Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.

jueves, 29 de agosto de 2019

Un abejorro reina

Si hay un grupo animal capaz de darnos sorpresas incluso con sus representantes más comunes, son los insectos. Hace poco, dando un paseo por un parque del País Vaso, nos encontramos con un abejorro, pero no uno cualquiera. Además de su tamaño, nos sorprendió el tamaño de su abdomen, bordeado además por unos pelos de color blanco. Curiosos como somos, buscamos información y dimos con la respuesta: se trataba en realidad de una abejorro reina.




Y es que por algún motivo, aunque están emparentados con abejas y hormigas, no teníamos la consciencia de que fueran insectos sociales, pero lo cierto es que lo son, aunque en menor medida que los citados himenópteros. Poseen castas de reinas, obreras y zánganos, aunque su sociedad no está tan estructurada como la de las abejas, por ejemplo.

En primavera, la reina abandona su lugar de hibernación y busca un nido adecuado. Allí, prepara un lugar para almacenar el polen, la miel (sí, los abejorros también la saben fabricar) y poner los primeros huevos. Cuando nacen las primeras obreras, la reina aumenta la puesta de huevos, ya que ahora cuenta con ayudantes para hacerse cargo de un mayor número de crías. Cuantas más obreras nazcan, más "personal" habrá para recolectar alimento, atender a las larvas y proteger al grupo. Llega un momento en que de los huevos nacen zánganos y nuevas reinas, que, cuando son fecundadas, hibernan hasta la siguiente estación favorable. Para entonces, la reina original normalmente ha envejecido y muerto.

Como ves, no se trata de una estructura tan perdurable y compleja como una colmena. Por eso, los entomólogos piensan que representa un estadío más primitivo de la evolución hacia el estatus de insectos sociales. En otras palabras, quizás las abejas empezaron así.

Además de las fotos, aquí os dejamos un vídeo de la reina abejorro en acción, seguramente recolectando alimento antes de contar con una camada de obreras ayudantes.










miércoles, 28 de agosto de 2019

Una pequeña escapada por el País Vasco - IV -

Tocaba nuestro último día en el País Vasco, así que había que aprovecharlo bien. Madrugamos y después del desayuno, nos encaminamos al Parque Natural de Aizkorri-Aratz y para volver a tener un acercamiento, aunque sea breve, a los valores del lugar, escogemos la senda del Nacedero. Esta ruta, que parte del mismo centro de interpretación, nos lleva paralelos al río buscando sus fuentes, y encontrando muchas cascaditas realmente llamativas en el camino, todo en medio de un bosque caducifolio que seguramente mostrará una belleza impresionante en otoño.

Después de hacer hambre caminando, nos fuimos a comer al restaurante "El Ventorro" por recomendación de la chica que nos atendió en el centro de interpretación, y a fe nuestra que fue una buena recomendación.

Y para completar la tarde, qué mejor que acercarnos al Parque Ornitológico de Mendíxur. En este lugar, muy cercano a Vitoria y a Maturana, hay varios trayectos muy fáciles de hacer, que culminan en observatorios de aves encarados con una gran laguna, y donde pueden observarse muchas aves acuáticas. Además, el buen estado de conservación del parque y su arbolado permiten encontrarse con otras especies propias de bosques y prados. La única nota regular se la llevó el estado en que se encontraban los observatorios, un tanto descuidados para nuestro gusto.

Os dejamos con las fotos de la última jornada. Solo nos quedaba regresar a la casa y descansar para salir pronto de vuelta al día siguiente. Nos llevamos un magnífico recuerdo de Álava, aunque la visita haya sido breve, también ha sido intensa, y nos marchamos con muchas ganas de volver. ¡Agur!


















































































































































































martes, 27 de agosto de 2019

Un poco de anatomía

Apurando las vacaciones, puede ser ahora un buen momento para aprender un poco más de la anatomía externa de algunos animales acuáticos, como los crustáceos...










lunes, 26 de agosto de 2019

Una pequeña escapada por el País Vasco - III -

Retomamos nuestra aventura por el País Vasco pasando a contaros nuestro tercer día por allí. Como siempre, después de un sabroso desayuno en "La Casa Vieja" (con una habitación de lujo y una dueña de lo más maja) salimos para visitar el Parque Natural de Izki, haiendo una pequeña ruta a lo largo de un cañón calizo excavado por el río. Además de un paisaje maravilloso pudimos ver unas cuantas aves y - sorpresa - varios excrementos bastante frescos de mustélido (seguramente garduña). Por desgracia, los tímidos animalitos no se dejaron ver. Otra vez será...

Pero el plato fuerte nos esperaba por la tarde. Habíamos llamado y reservado una visita guiada a la cueva de Arrikrutz, cerca del pueblo de Oñati. Los que nos conocéis, sabéis cuánto nos entusiasman todas estas pequeñas maravillas geológicas, y esta cueva no nos dejó indiferentes. Para empezar, tuvieron el acierto de dividir en dos el grupo que había para la hora acordada, ya que era demasiado numeroso (casi cincuenta personas) y eso habría deslucido la experiencia. El recorrido, como suele ser el caso, es de una hora, durante la cual pueden contemplarse las obras de arte que el agua es capaz de esculpir en la caliza, con toda la variedad de espeleotemas (el nombre genérico que reciben formaciones como las estalactitas, estalagmitas, travertinos e incluso un par de ellos que descubrimos nuevos: los "gours" o estanques calizos y las banderolas). Pudimos ver también algunos ejemplos de helictitas o estalactitas excéntricas, como las que encontramos en las Cuevas de El Soplao. Debido a las reglas de la visita, no pudimos sacar fotos, pero os aseguramos que la visita merece la pena, sobre todo si os interesa el tema.

Solo nos queda una entrada para contaros nuestro viaje por Álava ¡Permaneced atentos! Mientras tanto, os dejamos con las fotos del día...
















































































¡¡ Esto es asombroso !!


Para fabricar un solo gramo de miel,
las abejas obreras de una colmena deben
visitar entre 8000 y 10000 flores.








domingo, 25 de agosto de 2019

Para leer en la Naturaleza





¿Cuántas veces os habéis preguntado (u os han preguntado) si los animales tienen sentimientos? Quizás sois de los que piensan que el amor, el miedo, la curiosidad, el dolor o la felicidad son vivencias únicamente reservadas al ser humano, mientras que los animales no serían más que "máquinas programadas genéticamente". Esta actitud normalmente deriva de la herencia de una tradición antropocentrista que tiende a mirar al hombre como algo especial en la Creación.

Peter Wohlleben nos muestra que no es así. Los animales sienten. Y no solo argumenta citando las clásicas muestras de cariño que podría mostrar nuestro perro para recibirnos, sino que apoya sus argumentos con muchos estudios científicos. Nos demuestra que las estructuras cerebrales relacionadas con los sentimientos están presentes ya en peces, y que compartimos con ellos muchas hormonas relacionadas con sentimientos, como la oxitocina, responsable, entre otras cosas, del "amor maternal". Cierto que estamos hablando básicamente de vertebrados, y que en los animales más sencillos (como lombrices u ostras) no podemos esperar el psiquismo de un delfín o una madre osa, pero eso no quita fuerza a su argumento. También demuestra, para aquellas personas que digan "pero en los animales es solo instinto", que esas mismas emociones son instintivas en humanos. En definitiva, que nuestro miedo, nuestra felicidad o  nuestra curiosidad son biológicamente equivalentes a las de los animales. Porque los animales sienten como nosotros, o quizás debamos decir que nosotros sentimos como los animales.





sábado, 24 de agosto de 2019

Una pequeña escapada por el País Vasco - II -

En el segundo día en tierras vascuences nos tocaba vivir toda una aventura geológica. Nuestro destino para ese día era el pueblo costero de Zumaia, a algo más de una hora y media de donde estábamos alojados, un lugar que estábamos deseando visitar con todas nuestras ganas.

¿Y por qué? a lo mejor os estáis preguntando. ¿Qué es lo que hay en ese pueblo que tenga interés geológico? Para empezar, una de las muestras más impresionantes y más representativas de una formación denominada "flysch". Un flysch es una estructura de origen sedimentario que se caracteriza por presentar una alternancia muy marcada entre materiales resistentes y cohesivos (en este caso calizas) con otros más blandos y desmenuzables (en el de zumaia, margas). El resultado es que la erosión del mar afecta más a los segundos que a los primeros, por lo que se forman una serie de crestas que dan al conjunto una apariencia de páginas de libro. Y es que para el ojo entendido el total es realmente un libro con información de épocas que van desde el Mesozoico (la era secundaria, de los dinosaurios) hasta el Cenozoico (era terciaria o de los mamíferos). Por si fuera poco, en Zumaia la última orogenia, la alpina, empujó el flysch hasta colocarlo prácticamente en posición vertical ¡Es impresionante!

Pero ahí no acaba el interés geológico de Zumaia, pues en esta localidad se puede ver algo singularísimo: el conocido como "Límite K-T". Esta extraña denominación se refiere a un estrato muy fino de aspecto plateado, de unos cinco centímetros de grosor, totalmente distinto de las rocas que tiene por encima y por debajo, pues contiene restos del polvo del meteorito que contribuyó a la extinción del final del Mesozoico, en la que desaparecieron los dinosaurios ¡Esa fina línea de roca es un testimonio de una hecatombe que ocurrió hace sesenta y cinco millones de años! No es fácil encontrarlo: incluso con las indicaciones que nos dieron en el centro de interpretación, el lugar solo es accesible durante el pico de bajamar, y aún así hay que mirar mucho. Pero cuando dimos finalmente con el estrato fue todo un subidón, y nos sentimos como el profesor Otto Lidenbrock (de "Viaje al centro de la Tierra) realizando todo un hallazgo geológico).

¡Y nos sobraba día! Cogimos el coche y enfilamos al parque natural de Gorbeia, donde nos recomendaron una ruta cortita y cercana para pasar la tarde, que marchaba paralela al río y nos permitió ver un poquito de la ornitofauna y entomofauna del lugar.

Cansados pero satisfechos, después de cenar regresamos a nuestro alojamiento, dispuestos al día siguiente a seguir conociendo esta fantástica región. ¡Más en la próxima entrada!



































































































































viernes, 23 de agosto de 2019

Una pequeña escapada por el País Vasco - I -

Ya hemos descansado un poco después de nuestro viaje por el norte de la Península, en tierras vascuences. Hemos pasado algunos días haciendo un acercamiento - necesariamente breve - a algunos de sus preciosos parques naturales, y tenemos que decir que no hemos salido para nada decepcionados.

En la primera jornada llegamos a mediodía, y en nuestros planes estaba acercarnos a conocer Vitoria-Gasteiz. No solo por buscar un lugar donde comer, sino porque esta capital goza de la denominación de Ciudad Verde. Dicho galardón se lo ganó en 2012 por ser una de las ciudades más sostenibles del mundo, adelantada en el tratamiento y reciclaje de residuos. Además, cuenta con el llamado "anillo verde" formado por los parques de Salburua, Armentia, Olarizu, Zabalgana, Zadorra y Errekaleor, que rodean la ciudad actuando como conexión ecológica entre la ciudad y el campo circundante. Curiosamente, sacar adelante este proyecto fue un auténtico acto de valentía, pues tuvo que hacer frente a muchos intereses creados por parte de empresas del sector inmobiliario.

Nosotros pudimos visitar el parque de Salburua, el cual nos dejó muy buen sabor de boca. No solo es un lugar muy agradable para dar un paseo, sino que ofrece al aficionado la oportunidad de ver muchas aves de parques, bosques y humedales. Y no solo aves: en el parque de Salburua el visitante puede elegir entre rutas ornitológicas, entomológicas, herpetológicas y botánicas. Lamentablemente, no pudimos ver el centro de interpretación por ser el día de descanso semanal ¡Otra vez será!

Aquí os dejamos con las fotos del primer día. Mañana os enseñaremos más y os contaremos nuestra increíble visita a Zumaia ¡Algo espectacular!