Árbol Nuestro,
que estás en el suelo,
polinizado sea tu estambre.
Venga a nosotros tu fruta.
Hágase tu frondosidad
así en tu corteza como en el suelo.
Danos hoy nuestro néctar de cada día,
y perdona nuestras orugas
como nosotros perdonamos a los que nos capturan.
No nos dejes caer en la telaraña...
No hay comentarios:
Publicar un comentario