Nuestro erizo bosquienano se ha puesto campero, cómo no, y se ha ido al fresquito de Asturias. Allí, aparte de ponerse ciego a queso de Cabrales, que le gusta mucho, ha hecho rutas preciosas como el Camín Encantáu, lleno de estatuas de seres mitológicos, y ha visitado el Centro de Intepretación del Quebrantahuesos. Aquí os dejamos algunas fotos del álbum...
¡Pero eso no es todo! También estuvo buscando dinosaurios, tanto en huellas como en el fantástico Museo del Jurásico ¡Los dinosaurios nunca dejarán de estar de moda! El sitio es simplemente maravilloso para cualquier aficionado a estos animales, tiene ejemplares y réplicas alucinantes ¡y los peques se lo pasarán en grande! Pero de esta visita hablaremos en otra entrada, bosquienanos.
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