Continuamos con nuestros apuntes. En la anterior entrada mencionamos a Félix Rodríguez de la Fuente como uno de los mejores ejemplos a la hora de transmitir valores de cariño y de protección por el medio ambiente.
Nosotros no vamos a hablar de su vida, nos vamos a centrar en un análisis de por qué consiguió lo que nunca hasta ahora nadie ha logrado de la forma que hizo él: capturar los corazones de la gente mientras enseñaba la naturaleza.
Félix tenía muchas cosas a su favor para lograr traspasar la pantalla y que esa imagen de un hombre apuesto jugando con varios lobos se quedara grabada en la retina. Era carismático, con gran don de palabra y un mensaje excepcional que transmitir. Creía en lo que decía, era honesto siempre. Hablaba con el énfasis de la emoción comedida, contando las cosas de forma sencilla y para públicos de todas las edades. Se sentía muy cómodo hablando de la naturaleza porque era un elemento más de ella.
Resaltar la belleza de los animales, interaccionar con ellos como naturalista, pero también como un buen protector suyo o buscar esa mirada amable y cómplice con la gente, eran cosas que a Félix le salían solas, no necesitaba interpretar ningún papel para conseguirlo.
Actualmente la educación ambiental adolece de un buen discurso cuyo hilo conductor sea resaltar, mediante el poder de la palabra, que debemos respetar más todo lo que nos rodea. Inmersos en una visión utilitaria de la naturaleza, la clave está en acercar a la gente de forma amable, amena y accesible la belleza de todos los seres vivos que forman parte de ella. Contar con un espacio en los medios de comunicación como fue "El Hombre y la Tierra" también es algo que se echa en falta. Han hecho muchas reposiciones del programa, deberían llegar nuevos contenidos televisivos.
Tenemos una idea focalizada hacia la conservación de la naturaleza a través de estudios de todo tipo y, siendo éstos muy necesarios, también es imprescindible que haya buenos oradores que toquen las conciencias y que hagan vibrar los corazones de la gente. Solamente con ver a un Félix embelesado abrazando a un lobo nos llega su mensaje, podríamos decir que es un icono.
"Yo creo que el alma, el espíritu de todos los seres humanos, forma
un tejido poderoso que envuelve todo el planeta,
y que de alguna manera es el que pervive.
Yo creo que quien aporta más a esa alma colectiva, a ese acervo colectivo,
a ese ser vivo palpitante y palpable que es el ente de la cultura viviente
universal, de alguna manera pervive, y de alguna manera
obtiene un billete para la eternidad”
Dr.Félix Rodríguez de la Fuente.
