Continuamos nuestra crónica "semanasantil". En esta entrada os contaremos la parte cultureta de nuestra pequeña excursión por Zamora y sus alrededores, y es que fue necesario ajustar algunos planes: había más salidas de campo en la agenda, pero el tiempo se empeñó en no acompañar, y ante eso hay dos posibilidades: amargarse y refunfuñar, o adaptarse y aceptar que si queremos que el campo esté verde, en algún momento tiene que llover. ¡Los fabricantes de paraguas y chubasqueros también tienen que vivir!
Así que uno de los días lo dedicamos a explorar la capital de provincia, que rebosaba de olor a procesiones. Esa jornada el tiempo nos perdonó al principio, pero finalmente hubo que mojarse. Y el segundo día optamos por irnos nada menos que al extranjero... y es que Portugal estaba a un tiro de piedra ¿Cómo desperdiciar la oportunidad? Tiramos para Bragança, de la que nos habían hablado bien, y lo cierto es que nos gustó bastante (y están las cosas más baratas). Visitamos algunos museos (las entradas estaban entre los 0,50 euros y el euro y pico) y pasamos una mañana agradable, que completamos visitando a la vuelta la iglesia románica de Santa María de Castañeda.
¡Mañana más, y el plato fuerte, además, por si fuera poco! ¡No os lo perdáis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario