Es septiembre y ya tenemos casi casi el otoño a las puertas. El verano, con sus largos días de calor, va quedando atrás ¡Pero no nos descuidemos, que aún tenemos el veranillo de San Miguel dispuesto a darnos unos últimos días cálidos! Como nuestro huerto casero necesita atención constante, vamos con las tareas que podemos hacer en él durante el mes de septiembre.
Es un mes muy importante para planificar pŕoximos cultivos, incluso aquellos de los que -el próximo verano- tendremos ocasión de cosechar. También tendremos que ocuparnos de preparar tierra nueva y sanear el sustrato, algo que se hace mejor en este otoño temprano que no cuando lleguen los meses de frío. Ten en cuenta que durante el verano las plantas crecen mucho, algo que deja agotado el suelo. Para ello podemos recurrir al humus, al compost o a plantar leguminosas que enriquezcan el suelo con nitrógeno.
Con la llegada de las lluvias no es raro que aparezcan hongos. Habrá que vigilar de cerca nuestras plantas para sanearlas adecuadamente si vemos que aparecen royas o similares, y cuanto antes se ataje el problema, mejor.
Podemos pensar que la abundancia de lluvias que suele ser típica de otoño es genial, pero todo lo bueno en exceso deja de serlo. Ajustemos el riego a la meteorología, y estemos pendientes del tiempo que habrá en los tres o cuatro días siguientes.
Septimebre es buena época para recolectar semillas y plantarlas en semilleros, y eliminar de nuestro pequeño huerto todas esas plantas adventicias (es que lo de "malas hierbas" no nos gusta mucho) que compiten con nuestras plantas por los nutrientes.
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