Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.
Ya hace algún tiempo cobraron vida unos monstruitos hechos con envases para reciclar. Hoy hemos aumentado la familia con una monstrua que hace las veces de mamá de los otros dos. Es una manualidad muy fácil de hacer. Solamente hay que emplear un bote de lejía color, unos trocitos de una fregona para que sea el pelo y Goma Eva de color negro, blanco y morado.
Convencer a los niños de que los monstruos no existen no es tarea fácil... pero, como dicen por ahí, si no puedes vencer a tu enemigo ¡únete a él! Así que hemos pensado que pierdan el miedo creando con ellos unos divertidos monstruos portalápices con botes de champú, de lejía, de limpiar los cristales... También de esta manera les concienciamos un poquito más si cabe para que cuiden del medio ambiente, porque vamos a reutilizar todos esos envases que de otro modo acabarían en la basura. Y otra misión que cumpliremos sin duda es la de dar rienda suelta a la imaginación pasando un rato divertidísimo.
Es una manualidad aconsejable para niños/as de unos ocho años en adelante. Es muy fácil de hacer, pero, como vamos a utilizar un cúter, recomendamos que un adulto responsable esté con ellos/as en todo momento por si necesitasen alguna ayuda. Para ver en grande las imágenes solamente tenéis que pulsar sobre ellas.
En todas nuestras manualidades siempre intentamos ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente reutilizando materiales
MATERIALES
* Diferentes envases de plástico
* Cúter
* Tijeras
* Pegamento
* Goma Eva o cartulina de colores
PASO A PASO
Cogemos uno de los envases de plástico y con un cúter recortamos un poco para dar forma al cuerpo de nuestro monstruito. Podemos terminar de recortarlo con la ayuda de las tijeras.
Para hacerle los brazos, cogemos un trozo del plástico del envase que nos ha sobrado y también los recortamos. Luego los pegaremos al cuerpo.
Por último, hay que darle expresividad, poniéndole una carita graciosa con ojos enormes y una boca descomunal. Los hacemos en cartulina o Goma Eva y luego se los colocamos.
En el hueco del cuerpo de nuestro monstruo irán los lápices, bolígrafos o rotuladores.
Desde Paraguay, desde el pequeño pueblo de Cateura, situado en un vertedero, un grupo de virtuosos jóvenes interpreta música con fragmentos de cubiertos, con candados, con una flauta que es un tubo de agua, con un saxofón construido con mangos de cuchara y botones...
La idea partió de Luis Szarán y bajo el precioso nombre de "Sonidos de la Tierra", con el espíritu innovador y el talento creativo de Favio Chávez, cobró vida esta singular orquesta que nos muestra todo su arte y su genialidad haciendo música con instrumentos reciclados. ¡Qué mejor manera de demostrarle al mundo que de todo eso que tiramos puede surgir algo tan mágico como música!.
Nada tiene que envidiar a las grandes filarmónicas de Viena y similares, pues Mozart suena igual de bien al compás de los acordes tejidos con los dedos de estos muchachos a través de estos peculiares instrumentos:
Y es que es de lo mejor RECREARSE con estos sonidos
y no dejar de REINVENTARSE, que en esto del RECICLAJE