Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.

lunes, 3 de agosto de 2020

Las Mates de Pascal

Querido Pascal: la profe de Ciencias nos ha dicho que muchas plantas, como los dientes de león, sueltan un montón de semillas diminutas al viento para reproducirse. Pero ¿no es una tontería? Quiero decir, lo más seguro es que se desperdicien cayendo en cualquier sitio. ¿Por qué lo hacen así? ¿Me lo puedes explicar? Atentamente: Jose Milla.

Querido Jose, lo primero que tienes que pensar es que, si plantas como los dientes de león llevan tantos miles y millones de años sobre la Tierra, es que la idea no tiene que ser tan mala ¿no? Entonces, lo que tenemos que preguntarnos es dónde está el "truco". La cosa, por cierto, tiene que ver con las probabilidades, una de mis ramas favoritas de las Matemáticas.

Imagínate que una semilla en concreto tenga una posibilidad entre cien de caer en un sitio apropiado para germinar. Eso es como apostar a que en una caja con bolas numeradas del uno al cien, al sacar una al azar tuvieras que sacar la que tiene el número "100". ¿Difícil, eh? Sí, pero el truco está en que si eso se hace muchas veces, la cosa cambia. Si esa planta es capaz de formar doscientas o trescientas semillas, la ley de probabilidades dice que tendrá éxito dos o tres veces. Y tener dos o tres "hijos" es más de lo que muchos humanos (y pulpos) consiguen en vida. Además, piensa que una semilla como la del diente de león o el chopo (esas molestas pelusillas blancas que encuentras en primavera) son sencillas y "baratas" de fabricar, por lo que la planta puede formar cantidades grandes.

En el otro extremo, tenemos aquellas plantas que forman pocas semillas, grandes y costosas, como el cocotero. Ahora la planta mete menos veces la mano en la urna en busca de la bola correcta. La diferencia está, por supuesto, en que cada una de esas semillas tiene más probabilidades de salir adelante, por lo que la apuesta sale más o menos igual.

"Jugar" muchas veces con probabilidades muy pequeñas, o pocas veces con probabilidades más favorables. No hay una solución mejor que la otra, ¡y es que las plantas saben mucho de esto del azar!




No hay comentarios:

Publicar un comentario