Hacía ya muchos años (¡en el 2014, madre mía!) que visitamos la Charca de los Camorchos, lugar muy chulo para ver anfibios en primavera, y hoy hemos decidido madrugar un poquito para volver al lugar. Pero ¡ay! no hemos tenido tanta suerte como en la vez anterior. Y es que la vida del naturalista es así: unas veces te pegas el madrugón para llegar al sitio amaneciendo para luego ver muy poquito cosa, y otras te das un paseo por un parque y ves hasta piquituertos. De todas formas, siempre queda la compensación de un agradable paseo por la naturaleza y disfrutar de tranquilidad y aire puro...
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