Bien sabe Angus McPuffin, nuestro bosquienano cocinero oficial, que la comida, antes que por la boca, entra por los ojos. Una buena presentación puede conseguir que los peques prueben algo que dicen que no les gusta, y que llegue a convertirse en su plato favorito. Un poquito de esfuerzo a la hora de decorar un plato puede ser muy satisfactorio para todos. ¿Que a nuestro público no le gustan las albóndigas? ¡Prueba de esta manera!
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