Sí, lo sabemos. Este no es un libro que directamente hable sobre Naturaleza (aunque sí hay montañas, islas, volcanes y desiertos con espejismos), pero es una lectura tan deliciosa, tan entrañable, tan encantadora, tan... Ende, que no hemos podido resistirnos a recomendároslo en el blog. Nos topamos con él en una librería de segunda mano de Alcorcón, y en cuanto lo vimos, lo cogimos. Y ahora que nos lo hemos terminado, estamos aún más convencidos de nuestra elección.
Lummerland es un reino diminuto. Es tan diminuto que solo tiene cuatro habitantes: su rey Alfonso Doce-menos-cuarto, la tendera señora Quée, el respetable señor Gabán y Lucas el Maquinista. Pero un día llega un misterioso paquete ¡con un bebé negrito! De repente, Lummerland tiene un súbdito más, aunque solo sea medio súbdito, y el rey Alfonso Doce-menos-cuarto tiene que plantearse que algún día el pobre Jim Botón tendrá que marcharse. Solo que no lo hará sin su amigo Lucas y la fiel locomotora Emma. Juntos viajarán hasta la mismísima China, donde vivirán aventuras increíbles.
"Jim Botón y Lucas el Maquinista" fue el primer libro escrito por Michael Ende. Si uno lo lee con atención, hombre, se nota que no tiene la profundidad de "Momo" o "La Historia Interminable" (que dejan el listón muy pero que muy alto) pero es, desde luego, una lectura maravillosa, ideal para los niños de todas las edades. De una forma mágica y muy entretenida, nos enseñará que las diferencias entre los seres humanos no tienen ninguna importancia (al fin y al cabo, Lucas está casi siempre negro por el carbón que tiene que palear) y que no hay que tener miedo de las cosas solo por no conocerlas (como sucede con los gigantes-aparentes ¿Que no sabéis que es un gigante-aparente? Pues tendréis que hacer el viaje con Jim y Lucas). Además, aseguraos de conseguir una edición con las fabulosas ilustraciones de F. J. Tripp. ¡No os arrepentiréis!
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