Por si las moscas...
Seguro que has escuchado esta expresión, equivalente a "por si acaso". "Llévate algo más de dinero, por si las moscas", y tú te preguntabas qué tendría que ver una cosa con otra (a lo mejor tenías que invitarlas a algo). ¿De dónde viene esta curiosa expresión?
Hay dos hipótesis. Según la primera, vendría de la costumbre de tapar los alimentos una vez cocinados con algún trapo, para evitar que las moscas se posaran en ellos (algo evidentemente antihigiénico).
La segunda posibilidad es más curiosa, y se remontaría a una leyenda de 1287, en la que participa nada más y nada menos que Felipe II. En una ocasión en que las tropas del monarca invadieron Gerona, el monarca (por motivos que solo él comprendería) quiso profanar la tumba de San Narciso. Vamos, lo que hacen los reyes cuando quieren darse importancia. Según se cuenta, al abrir el ataúd del santo salieron miles de moscas que lo atacaron a él y a sus soldados, contagiándolos de peste ¡Por gamberros! Así que, de ahí en adelante, se dejó en paz las cosas de los santos ¡Por si las moscas!
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