Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.
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lunes, 9 de abril de 2018

De nuevo por las Tablas de Daimiel - II -

Pasar una mañana en las Tablas de Daimiel siempre es de lo mejor, sobre todo cuando la Naturaleza es una gran anfitriona y nos recibe en todo su esplendor en este Parque Nacional. Decidimos acercarnos una vez más por allí para ver aves y para emplear el domingo en algo que nos encanta. A eso de las diez ya andábamos por el lugar con los prismáticos en ristre para que no se nos escapara ningún detalle (a ser posible). Con las lluvias de este tiempo atrás las Tablas mostraban una bonita estampa, aunque otras veces las hemos visto más llenas de agua, casi tanto que incluso podían sobrepasar algunas de las pasarelas. Esta vez tenían la suficiente cantidad de agua como para que algunas aves acuáticas se dejaran ver bien a gusto, como algún que otro pato colorado o varias fochas. En el poco tiempo que anduvimos por las Tablas vimos bastantes especies: cercetas carretonas, aguiluchos laguneros, cigüeñuelas, trigueros, jilgueros, urracas, rabilargos, gorriones, palomas torcaces, patos colorados, fochas, lavanderas cascadeñas, golondrinas comunes, aviones comunes, gansos, estorninos, gallinetas, patos cucharas, azulones, malvasías cabeciblancas, porrones, pitos reales, posible torcecuellos, ruiseñores bastardos, mosquiteros, carboneros comunes y algunos quee seguro que se nos olvidan y no hemos incluido en la lista. El sitio estaba bien lleno de gente, aunque no una cantidad excesiva de personas...  pero eso dificultaba un poco poder mantener el silencio para ver más cosas.


Nosotros, Dani y yo, nos volvimos bien contentos por el rato pasado y nos trajimos unas cuantas imágenes que podéis ver a continuación. Con ganas de repetir, sin lugar a dudas, volveremos cuando el tiempo nos lo permita. Nos llevamos también a un par de Bosquienanos en la mochila: nuestro simpático erizo Pinchitos y el alce gran viajero de Hank. Si no conocéis las Tablas de Daimiel os animamos a ir, es un sitio cuajado de vida y la ruta es muy sencilla y transitable, por unas pasarelas que hasta los carritos de bebé o sillas de ruedas pueden hacer. Para llegar solamente tenéis que acercaros hasta la población de Daimiel y una vez allí seguir las indicaciones hasta las Tablas; no tiene pérdida, nosotros fuimos sin ayuda de GPS. Hay una zona de aparcamientos habilitada para coches y para autobuses y caravanas. Os dejamos ahora con algunas imágenes y un corto vídeo. Para verlas en grande solamente tenéis que pulsar sobre ellas.
































































































































































































































































































































































































































































Y en este vídeo podéis ver una 
pequeña muestra de lo que hemos observado:









MUY PRONTO VOLVEREMOS A LAS TABLAS DE DAIMIEL...
¡¡NOS ESPERA MUCHA NATURALEZA!!
HASTA PRONTO












domingo, 2 de julio de 2017

Ruta: El Chorro de Navafría (Segovia)

En un día de verano atípico por las temperaturas tan bajas que estamos teniendo, nos dirigimos a disfrutar del privilegiado entorno de Navafría (Segovia) y también a ver la impresionante cascada de El Chorro en unos pinares cercanos al pueblo. 

Llegamos prontito, como solemos hacer siempre que salimos al campo, y a eso de las 9:30 ya estamos bien dispuestos para caminar. La ruta parte de un área recreativa con el mismo nombre de "El Chorro", pero como son solo unos tres kilómetros de senda circular, preferimos salir de Navafría y andar hasta llegar allí para alargar el recorrido. En aproximadamente una hora y algo ya estamos en las inmediaciones de la zona donde hay unas piscinas naturales, un restaurante y un lugar para hacer barbacoas. Si no hubiéramos dejado el coche en el pueblo, nos hubiera tocado abonar cinco euros para dejar el vehículo directamente en este área. Solamente desde mayo hasta septiembre está esta cuota, que sirve para mantener en mejores condiciones el entorno del pinar. Dentro del área recreativa, para llegar a la la cascada está muy bien señalizado el camino y hay alguna ruta más por allí, aunque con una pendiente muy pronunciada que desanima un poco.

Después de llegar hasta este punto, enfilamos hacia la cascada, y en unos quince minutos estamos ya allí. Pese a no haber llovido desde hace ya un buen tiempo, lleva suficiente agua como para deleitarnos haciendo alguna foto. La mejor época para visitar El Chorro es en primavera, pues, con el deshielo, la cascada luce en todo su esplendor. 

Como siempre vimos un montón de cosas... mariposas de varias especies, abejorros, un ciervo volante, herrerillos, currucas, mirlos, gorriones, carboneros, milanos, urracas, palomas torcaces, mitos, petirrojos, colirrojos, grajillas, golondrinas, aviones, un sapo y otros tantos habitantes del bosque hicieron nuestras delicias en una mañana bien fresquita.

Como nuevo acompañante en nuestra mochila, además de Pinchitos, tuvimos la suerte de contar con Hank, el alce bonachón, que se lo pasó pipa jugando entre los helechos o con nuestro erizo a los pies de la cascada. Muy pronto podréis conocerlo mejor, junto con el resto de los Bosquienanos, que ya son unos cuantos.

Os dejamos ya con las fotos de los que dio de sí la jornada. Para verlas en grande, solamente tenéis que pulsar sobre ellas.