Pasar una mañana en las Tablas de Daimiel siempre es de lo mejor, sobre todo cuando la Naturaleza es una gran anfitriona y nos recibe en todo su esplendor en este Parque Nacional. Decidimos acercarnos una vez más por allí para ver aves y para emplear el domingo en algo que nos encanta. A eso de las diez ya andábamos por el lugar con los prismáticos en ristre para que no se nos escapara ningún detalle (a ser posible). Con las lluvias de este tiempo atrás las Tablas mostraban una bonita estampa, aunque otras veces las hemos visto más llenas de agua, casi tanto que incluso podían sobrepasar algunas de las pasarelas. Esta vez tenían la suficiente cantidad de agua como para que algunas aves acuáticas se dejaran ver bien a gusto, como algún que otro pato colorado o varias fochas. En el poco tiempo que anduvimos por las Tablas vimos bastantes especies: cercetas carretonas, aguiluchos laguneros, cigüeñuelas, trigueros, jilgueros, urracas, rabilargos, gorriones, palomas torcaces, patos colorados, fochas, lavanderas cascadeñas, golondrinas comunes, aviones comunes, gansos, estorninos, gallinetas, patos cucharas, azulones, malvasías cabeciblancas, porrones, pitos reales, posible torcecuellos, ruiseñores bastardos, mosquiteros, carboneros comunes y algunos quee seguro que se nos olvidan y no hemos incluido en la lista. El sitio estaba bien lleno de gente, aunque no una cantidad excesiva de personas... pero eso dificultaba un poco poder mantener el silencio para ver más cosas.
Nosotros, Dani y yo, nos volvimos bien contentos por el rato pasado y nos trajimos unas cuantas imágenes que podéis ver a continuación. Con ganas de repetir, sin lugar a dudas, volveremos cuando el tiempo nos lo permita. Nos llevamos también a un par de Bosquienanos en la mochila: nuestro simpático erizo Pinchitos y el alce gran viajero de Hank. Si no conocéis las Tablas de Daimiel os animamos a ir, es un sitio cuajado de vida y la ruta es muy sencilla y transitable, por unas pasarelas que hasta los carritos de bebé o sillas de ruedas pueden hacer. Para llegar solamente tenéis que acercaros hasta la población de Daimiel y una vez allí seguir las indicaciones hasta las Tablas; no tiene pérdida, nosotros fuimos sin ayuda de GPS. Hay una zona de aparcamientos habilitada para coches y para autobuses y caravanas. Os dejamos ahora con algunas imágenes y un corto vídeo. Para verlas en grande solamente tenéis que pulsar sobre ellas.
Y en este vídeo podéis ver una
pequeña muestra de lo que hemos observado:
MUY PRONTO VOLVEREMOS A LAS TABLAS DE DAIMIEL...
¡¡NOS ESPERA MUCHA NATURALEZA!!
HASTA PRONTO
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