Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.
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viernes, 6 de febrero de 2015

¿Es venenosa?

Revisando los archivos fotográficos nos hemos encontrado con esta foto que hicimos allá por el 2008. Se trata de una impresionante culebra de cogulla oriental (Macroprotodon cucullatus). En su momento, dedicamos toda una entrada a una especie muy emparentada, la culebra de cogulla occidental (Macroprotodon brevis)








Las serpientes son animales con muy mala prensa, y el primer pensamiento habitual al ver una es creer que será venenosa. Sin embargo, en la Península Ibérica la proporción de especies peligrosas frente al resto es reducida: de las dieciséis especies de ofidios, solo cuatro son venenosas, y una de ellas, la culebra bastarda, no es capaz de inyectar su veneno al hombre por tener los colmillos en posición muy retrasada (en términos científicos, se dice que es opistoglifa).

En resumen, solo las tres víboras peninsulares (la áspid, la hocicuda y la de Seoane) tienen una categoría de "peligrosas para el hombre". Las víboras tienen cabezas más triangulares, escamas cefálicas más pequeñas y dispuestas en patrones irregulares, y pupilas verticales. De todas formas, no siempre podremos (o deberemos) acercarnos tanto como para ver estos detalles, así que en caso de duda, es mejor ser prudentes.

Pero eso tampoco quiere decir que sean seres malvados que acechen entre los arbustos para atacar a los campistas desprevenidos. Como es habitual entre los animales salvajes, solo atacan si se sienten amenazadas, con lo cual lo único que tendremos que hacer es evitar molestarlas, y ellas seguirán con su vida sin hacernos daño.




martes, 13 de agosto de 2013

Culebra de cogulla

En una ruta que hicimos cerca del Parque Nacional de Cabañeros pudimos encontrarnos con esta culebra. Al principio oímos algo que se movía entra la hojarasca, bien podría haber sido un ratón de campo, una lagartija o un animal diferente. Cuando la culebra asomó no tuvimos ninguna duda de lo que era. Permanecimos a una distancia prudencial, no por miedo, sino por no molestarla ni interferir en su rutina. Siempre es mejor actuar con prudencia en estos casos. Únicamente llevábamos la cámara compacta, así que las imágenes que os enseñamos son testimoniales.



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La culebra de cogulla (Macroprotodon brevis) es el ofidio más pequeño que habita en la Península Ibérica, midiendo entre 150 y 600 mm. Tiene la cabeza corta, aplastada, con ojos relativamente pequeños, de pupila redonda u oval, con el iris anaranjado o rojizo. Su señal más característica es sin duda una mancha oscura en la zona de la nuca, que le da nombre a la especie.








Es el colúbrido mediterráneo más escaso de la Península Ibérica. Prefiere ambientes con suelos húmedos, donde le sea algo más fácil excavar. Se alimentan sobre todo de lagartos, lagartijas y culebrillas ciegas (Blanus cinereus). Se conocen casos en los que han devorado incluso miembros jóvenes de su misma especie. Mata a sus presas con el veneno de sus colmillos, que tiene situados en posición atrasada dentro de su mandíbula (colmillos opistoglifos).



Se reproducen cada dos años, y su tamaño de puesta es más bien pequeño, lo que ha contribuido a su escasa recuperación frente a diversos impactos ambientales. Cuando se sienten amenazadas por algún depredador, muestran la cogulla o mimetizan el comportamiento de las víboras.