El verano es una época en la que proliferan "bichos" de todo tipo... los hay tan dicharacheros que nos evocan unos cuantos records bastante curiosos.
El insecto más largo: los insectos palo gigantes de Borneo parecen viejos asquerosos palos, y pueden alcanzar la sorprendente longitud de 33 centímetros.
El mayor insecto volador: la mariposa ala de pájaro reina Alexandra de Nueva Guinea tiene una envergadura de alas de 30 centímetros. Pero esto no es nada. Hace solo 300 millones de años existían libélulas gigantes cuya envergadura alcanzaba los 75 centímetros.
El insecto más pequeño: existen unas avispas diminutas que solamente miden 0,2 milímetros de longitud. Lo que tienen de bueno es que no pican a los humanos.
El insecto más pesado: un solo escarabajo Goliat del centro de África pesa hasta 100 gramos.
El insecto más ligero: es una especie de avispa parásita. Se necesitarían 25 millones de ellas para que pesaran lo mismo que un escarabajo Goliat.
El insecto volador más rápido: existe una especie de libélula australiana que puede alcanzar los 58 km/h.
Insectos de procreación más rápida: los pulgones hembra dan a luz a jóvenes vivos, que llevan en su interior a otros en desarrollo. Los insectos en desarrollo llevan a su vez más insectos en desarrollo. No es de extrañar que en un solo verano un pulgón hembra produzca millones de descendientes.
Fuente: libro "Esos asquerosos bichos" de la colección "Esa horrible ciencia".
Autor: Nick Arnold. Ilustraciones: Tony De Saulles
No hay comentarios:
Publicar un comentario