La abubilla (Upupa epops) es una de las aves más vistosas que adornan nuestros campos ahora con la llegada del buen tiempo. Con su color naranja, su bandeado alar blanco y negro (como si de un paso de cebra se tratara) y su característica cresta (que puede llevar extendida o replegada), resulta inconfundible cuando se la ve, aportando una nota de color a nuestros campos. Posiblemente ya te la hayas encontrado, pero ¿sabías que...?
* El nombre (tanto científico como el común) de este ave es onomatopéyico, ya que su voz más habitual es un "pup, pup, pup" o "bub, bub, bub".
* La abubilla hace sus nidos en huecos de árboles. Para defenderse de los depredadores, los pollos expelen sobre ellos una sustancia maloliente que sale de una glándula en sus obispillos.
* Algunos creen, por su largo pico, que se trata de un pájaro carpintero, pero el hecho es que el pico de la abubilla se podría comparar más con las finas pinzas de un cirujano, y lo usa para atrapar gusanos e insectos.
* Se alimenta de gran variedad de invertebrados (¡incluso escolopendras y crisálidas de orugas de procesionaria!) pero sus insectos favoritos son los grillos.
* En el Islam, fue el ave símbolo del antiguo rey y profeta Suleymán
(Salomón), famoso por su sabiduría y por ser capaz, según la leyenda, de
hablar con los animales. Sin embargo, debido a la fetidez de sus nidos,
el Antiguo Testamento la cataloga dentro de las "aves no limpias".
*
Aparece también en la mitología romana. Según Ovidio en sus
"Metamorfosis", Tereo, transformado en abubilla, persigue a su mujer,
Procne, que ha asesinado a su hijo por despecho.
* ¡Y
en la poesía china! Para los chinos, la abubilla actúa de mensajero
celestial, que anuncia a los hombres la primavera y es portadora de
buenos presagios.
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