Material necesario
Un prisma de cristal
Un recipiente con agua
Un espejo
Y un día soleado
Un arcoiris es un espectáculo tan deslumbrante que merece la pena
intentar reproducirlo, sin esperar a que el sol brille entre la
lluvia.
Las gotas de agua descomponen la luz blanca en los colores del
espectro. Con un prisma de cristal podrás conseguir el mismo efecto.
Colócalo de forma que el sol ilumine su parte central. Si no tienes
un prisma, puedes intentarlo con un jarrón de cristal tallado, que
tenga las tallas en forma de “V”.
Aún dispones de otro procedimiento para conseguir un prisma. Pon
un recipiente con agua al sol. Introduce un espejo, pero inclinado
con relación al techo, allí podrás ver cómo se ha producido un
arcoiris.
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