El abejaruco (Merops apiaster) es un ave que llena de color nuestros campos en verano, con su vistoso plumaje. Una vez que se la conoce, resulta imposible de confundir con ninguna otra ave de nuestras latitudes, así como su alegre voz, que recuerda al soplido de un silbato de bolita. Los abejarucos están llenos de sorpresas. Por ejemplo, a lo mejor no sabías que...
* Son pájaros muy sociables, y se les suele observar en grupos o, como mínimo, en parejas.
* Anidan en colonias en los taludes de tierra, excavando nidos de hasta dos metros de profundidad. Son siempre túneles rectos, y los excavan colaborando el macho y la hembra.
* La parte del pico que usan para excavar sufre mucho desgaste, pero luego les vuelve a crecer.
* Los machos cortejan a la hembra regalándole insectos para comer, como quien invita a su cita o regala una caja de bombones ¡Qué bonito!
* A las tres semanas de nacer, los polluelos suelen atreverse a asomarse a la boca del nido, para empezar a explorar el mundo.
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