El gordolobo (Verbascum thapsum) es una planta bianual de la familia de las escrofulariáceas, bastante llamativa por su alto porte: alcanza hasta el metro veinte de altura, y tiene flores de un amarillo muy vivo dispuestas en "candelabros". Algunas de las hojas forman una roseta basal, y son grandes y de tacto suave y pulverulento. El fruto es una cápsula de unos 4 milímetros. La planta florece de julio a septiembre.
Crece en praderas, pastos secos, cuentas, ribazos, terrenos baldíos o antropizados. No es exigente con el suelo, aunque prefiere lugares soleados y alturas desde los 100 a los 1500 metros. Es indicadora muchas veces de suelos básicos y ricos en nitrógeno.
Aparece en el oeste, centro y sur de Europa. En la Península Ibérica aparece en todo el territorio salvo en el extremo sur. En la isla de Madeira ha sido introducida.
Las principales propiedades curativas del gordolobo (del cual existen varias especies que comparten usos medicinales) están relacionadas con el sistema respiratorio. Es expectorante, suaviza los bronquios y es demulcente (recubre tejidos de una capa delgada de mucus protector). Cura las enfermedades pulmonares del ganado, y sus flores se usan para tratar refriados, asma y alergias.
Curiosidades
- Los usos del gordolobo ya eran conocidos en la antigua Grecia, y fueron recomendados por médicos tan célebres como Hipócrates y Dioscórides.
- En cataplasma también puede ser usado para aliviar los sabañones y ayuda a la cicatrización de heridas.
- La suavidad de sus hojas le ha valido el ser usado tradicionalmente como papel higiénico "silvestre".
- Las hojas también se han usado a modo de plantilla dentro de botas y zapatos para mantener el pie caliente.
- El pigmento amarillo de las flores era usado por las mujeres romanas para teñirse el cabello.
- En la Odisea, Ulises usaba estaba planta para protegerse de los hechizos de la maga Circe.
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