Cada vez se escuchan menos grillos en la ciudad y en los campos. Como los echamos de menos, para reivindicar un poco más su papel, hoy os contamos algunas curiosidades sobre este peculiar ortóptero.
El grillo común (Grillus campestris) mide unos dos centímetros o dos centímetros y medio, de los cuales buena parte corresponden al primero de los segmentos corporales, dándoles ese aspecto de "cabezones". Su abundancia depende mucho del tiempo atmosférico, habiendo épocas que llenan el aire con su cri-cri y otras en las que parece que han desaparecido. Por cierto, solo cantan los machos, haciendo frotar sus patas (estridulando) para atraer a las hembras. Una vez que se juntan, macho y hembra viven en tubos separados, excavados en la tierra, de unos 30-40cm de profundidad. En dichos tubos, las hembras ponen sus huevos.
Buena parte del descenso de la abundancia de estos insectos se debe a que han cambiado las técnicas de de cultivo agrícola, que alteran más intensamente los campos en los que habitan.
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