Estarás de acuerdo que siempre sienta bien "dormir como un tronco". Son esas veces en las que caes rendido y de forma tan profunda que, desde que cierras los ojos hasta que los abres no te enteras absolutamente de nada, con un sueño realmente reparador.
La expresión proviene de la comparación popular con un leño, un objeto pesado, horizontal, y que permanece en la misma posición sin que nadie lo mueva, igual que una persona que se queda profundamente dormida. Esto seguramente podías imaginártelo; lo que seguramente no sabías es que a los travesaños de madera que forman parte de las vías férreas se les llama, precisamente, "durmientes".
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