UN AMBIENTALISTA: viajar

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lunes, 22 de febrero de 2021

Un día aprendí...

miércoles, 23 de diciembre de 2020

ESPECIAL NAVIDAD: Viajando con hank

¡Hola, amiguetes viajeros! ¿Os preguntabais dónde estaba? Bueno, no son los mejores tiempos para un viajero como yo. Esto del bicho es un rollo, pero hay que respetar todas las indicaciones de los médicos para que se pase pronto ¡y podamos viajar a muchos sitios! Mientras tanto, he decidido quedarme cerquita, que también hay sitios muy chulos. Concretamente, he estado en...

¿Sabéis lo que es un "flysch"? (Me encanta el nombre; parece un chorrito de agua hecho palabra). Es una formación geológica en la que se alternan capas de materiales duros con otras menos duras. Como resultado de ello, cuando es atacado por la erosión se queda con un aspecto que recuerda las páginas de un libro. El flysch más famoso y genial del mundo se encuentra en un pueblecito del país Vasco llamado Zumaia, donde se come de maravilla y se disfrutan de unos paisajes espectaculares.

Además de estar en unas playas muy bonitas, en el flysch de Zumaia puede encontrarse una cosa realmente curiosa: el límite K-T, un estrato muy delgadito pero de gran interés geológico, pues contiene restos de iridio ¡del meteorito que cayó hace 65 millones de años, cuando sucedió la extinción de los dinosaurios! No es que el meteorito cayera allí (he leído que fue en México) pero al chocar con la Tierra levanto una increíble nube de polvo que llegó hasta aquí. Menudo pepinazo. Se lo llama límite K-T porque separa el Cretácico del Terciario (no me preguntéis por qué Cretácico lo abrevian con K). Es difícil encontrarlo, y hay que estar muy pendiente del horario de las mareas, pero si das con él hace mucha ilu.

Pues desde aquí, bosquienanos, os deseo muy felices fiestas ¡Sed prudentes y no hagáis tonterías, que ya habrá tiempo de celebrarlo todos juntos cuando se pase el bicho! Yo me iré mañana prontito a dormir, que me han dicho que por aquí viene un señor llamado el Olentxero que trae regalos a los que se portan bien ¡Eguberri on! ¡Feliz navidad!

miércoles, 15 de agosto de 2018

De vacaciones alpinas por Europa

Estos días no nos habréis echado mucho de menos porque os hemos dejado surtidas unas cuantas entradas. Pero hemos estado viviendo un viaje A-L-U-C-I-F-L-I-P-A-N-T-E por parte de Europa. Hemos llegado un poco cansados y con mucho material para compartir con vosotros. Por el momento, os mostramos unas cuantas fotos del día que pasamos por Chamonix visitando el Mont Blanc en plenos Alpes franceses. Las imágenes no dicen nada con la sensación de estar allí... pero esperamos que os gusten y la podéis ver un poco más grandes pulsando sobre ellas.

lunes, 6 de abril de 2015

Diez días por Marruecos: el Atlas, el desierto o el Antiatlas...

Este año nos hemos planteado una Semana Santa bien distinta a todas las demás. Aceptamos la propuesta de nuestro profe y amigo Pablo Muñoz, nos liamos el turbante a la cabeza y pusimos rumbo a Marruecos en un agotador pero sensacional viaje lleno de contrastes, emociones y experiencias.

Parece mentira que fuese hace menos de dos semanas que nos subíamos al coche con nuestras maletas y nuestros nervios, preguntándonos qué nos esperaba. Muchos kilómetros bajando hasta Algeciras, donde nos reunimos con el resto del grupo en el Mesón Sancho. Marchamos todos juntos a Tarifa, donde pasamos la aduana y embarcamos para cruzar el Estrecho de Gibraltar. Más o menos una hora después, nuestro barco atraca en Tánger ¡Estamos en África!

¿Cómo describir lo que se siente? Un continente nuevo, distinto, separado de nuestro mundo habitual por mucho más que unos pocos kilómetros de mar. En el perfil de las ciudades destacan las torres de las mezquitas, desde donde nada más llegar escuchamos a los muecines llamar a la oración: para nosotros es la voz de Marruecos dándonos la bienvenida.

La siguiente etapa del viaje es atravesar Tánger rumbo a nuestro hotel en Assilah. La experiencia podría considerarse "emocionante", dado que también a la hora de conducir hay que cambiar el chip. El hecho de que las rotondas tengan la prioridad al contrario ya basta para que nuestro buen conductor Lucio estuviese en vilo cada vez que veía una glorieta atravesada por un río de coches liados en un "sálvese quien pueda".

La cena y la noche la pasamos en el hotel Zelis, donde probamos por primera vez la "harira" o sopa de legumbres marroquí, un delicioso pollo al limón con uvas y aceitunas y algo de fruta de postre. El punto y final de lo que solo es el primer capítulo de un emocionante viaje de diez días.

A continuación algunas de las fotos de esta primera etapa:

Apuntamos muy alto...