Ayer dando un paseo, un grupo numeroso de cotorras argentinas se encargaban de poner la banda sonora al camino. Entonces te paras a pensar en toda la problemática que ocasionan estas especies que provienen de otros lugares.
Pero también reflexionas... las que menos culpa tienen en todo esto son ellas mismas. El poner fin al problema acabando con su vida para nosotros no es la mejor opción, aunque que sepamos aún esto no se está llevando a cabo. Como siempre lo mejor es buscar posibles alternativas y soluciones que generen el menor daño posible.
Lo que se nos ocurrió en ese momento es que, para que su población no se siga extendiendo, se podrían capturar por diversos métodos y luego llevarlas a algún centro de naturaleza o a su lugar de origen.
Siendo una de las principales causas de extinción de especies, la llegada de especies alóctonas a nuestros ecosistemas se puede frenar partiendo fundamentalmente de la concienciación de la gente que compra una mascota en una tienda. Estas personas deben saber qué están comprando y si van a ser capaces de hacerse cargo de estos animales con todas las garantías. Cuando estamos sentados en un parque viendo cómo se alimenta un grupo de palomas y gorriones y de repente se acerca un agaporni, entonces es cuando, además de chirriarte los dientes, piensas "el pobre no tiene culpa alguna, pero ¡qué libertad más contraproducente!"
- Almudena Redondo -
- Almudena Redondo -
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