Hay muchas formas de llamar a la buena suerte, y "tocar madera" es una de las más comunes. ¿Por qué algo así como tocar una mesa o el tronco de un árbol iba a traernos buena fortuna? Como suele suceder, hay varias interpretaciones al origen de esta expresión.
Algunos opinan que hace referencia a la cruz donde sufrió Cristo, concretamente, a los fragmentos que se guardaban en las iglesias durante la Edad Media como supuestas reliquias de la santa cruz. Cualquier fiel o peregrino que llegaba ante ellos podría tocarlos a la hora de pedir algo en sus oraciones.
Pero otros piensan que el origen pudo ser mucho más antiguo, remontándose a los cultos druídicos en los que los árboles eran sagrados, y por lo tanto tendrían el poder de alejar la mala suerte y los malos espíritus.
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