Cuadernos de botánica: la ortiga

Planta herbácea perenne, erizada de pelos tiesos y recios tanto en el tallo como en las hojas que son los responsables del fuerte escozor que se produce al rozar la piel con una de esas plantas. Tallo cuadrangular, erecto, ahuecado en los entrenudos y dotado en todos los nudos de parejas de hojas; éstas son de figura ovalada o lanceolada, con gruesos dientes. Las flores aparecen en pies machos o hembras y son verdosas, menudas, agrupándose en racimillos colgantes.

Es antihemorrágica, tanto para hemorragias internas como externas, reglas abundantes. Un buen remedio en el campo ante una herida imprevista es colocar un emplasto de hojas de ortiga que previamente hayamos machacado. También actúa en el caso de una hemorragia nasal. Antianémica: sobre todo en las carencias de vitaminas y de minerales. Contiene vitamina B5, B2, B1, C, E, y K; sales de hierro, silíceo, cloro, cobre, zinc, manganeso y níquel. Se utiliza en las diarreas que se producen por inflamación de la mucosa de los intestinos. Diurética y depurativa: elimina cloruros y la urea y por lo tanto resulta eficaz en enfermedades como: cistitis, uretritis, litiasis renal, protatitis, gota, hipertensión, edemas, sobrepeso producido por problemas de retención de líquidos, exceso de colesterol, reumatismo, diabetes, etc. En uso externo: en dermatitis seborréica, caída del cabello, etc.

  CURIOSIDADES  

El nombre del pueblo alemán Donnernessel (trueno de ortiga) indica su importancia en la mitología. Las ortigas eran el símbolo de los truenos y relámpagos del dios Thor. Con el fin de evitar ser alcanzado por un rayo, en la Edad Media la gente arrojó un manojo de ortigas sobre el techo de sus viviendas y esperaba que se mostraran a los relámpagos el camino a los espíritus de la tierra.


Hace 2000 años, el  poeta griego Ovidio escribía acerca de las semillas de ortiga como un afrodisíaco. Una mezcla de semillas de pimienta y ortiga se recomienda para aumentar la virilidad.