Hoy dedicamos esta sección a un tipo concreto de dinámicas y juegos, aquellos que servirán para que a los niños les pique el gusanillo de la lectura, o, si ya son "ratoncillos de biblioteca", sigan disfrutando con su afición. Si además trabajamos con lecturas que estén relacionadas de algún modo con la Naturaleza, estaremos cumpliendo una doble función.
DINÁMICAS DE ANIMACIÓN A LA LECTURA
Estas actividades están pensadas para un momento tranquilo, cuando los niños se hayan desfogado con juegos más movidos, y toque calmarlos un poco. Pueden realizarse en alguna sala amplia, una biblioteca o incluso al aire libre. Obviamente, los participantes deberían tener suficiente edad como para poder iniciarse en el fabuloso mundo de la lectura.
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¿QUIÉN SE LO HA LEÍDO?
Objetivos
Dar a conocer títulos que fueran desconocidos para los participantes, a la vez que se incentiva la capacidad de expresión y se reafirma el placer de este pasatiempo.
Número de participantes
Cualquiera, aunque se recomienda que no sea muy numeroso, porque los niños podrían perder la capacidad de atención en el juego. Puede servir también como dinámica de presentación en un grupo pequeño.
Desarrollo del juego
Cada niño debe, por turnos, escribir en un papelito el título de algún libro o cuento sobre animales o Naturaleza que se haya leído y que le guste, y dejarlo en el centro del corro. También es posible hacerlo juntando en un montón los cuentos si se ha avisado a los niños para que los traigan. Luego, por turnos, cada niño coge un papel o libro del montón, y debe intentar adivinar quién se ha leído ese cuento haciendo preguntas a sus compañeros. Por ejemplo, puede escoger a uno de sus compañeros y preguntarle "¿cómo se llama la niña protagonista?" o "¿qué les pasa a los cerditos?". Solo puede hacer una pregunta a cada niño, y los que son preguntados pueden inventarse la respuesta si no la saben. Cuando haya preguntado a todos, debe decir a quién corresponde ese libro o cuento, intentando adivinar quién le ha dicho la verdad.
UNA HISTORIA ENCADENADA
Objetivos
Desarrollar la imaginación y la capacidad de expresión.
Desarrollo del juego
Para este juego se necesitan algunas hojas de papel o un cuaderno, y cada niño debe tener algo para escribir (no importa si son colores diferentes). Se echa a suertes quién empieza la historia, que debe tener como protagonista un animal que diga el educador. Entonces el primer participante debe escribir un comienzo corto para la historia, y pasársela luego a otro compañero. Este - después de leer solo lo que ha escrito el último jugador - debe continuar el cuento como mejor le parezca, y repetir la acción de cederla a un tercer participante. Dependiendo del número de jugadores, puede hacerse una o varias rondas. El educador será quien diga quién es el encargado de ponerle fin al cuento.
Una vez escrito, se leerá en voz alta (si lo hace el educador, debe poner en ello sus mejores dotes de interpretación, con voces para cada personaje, gesticulación, etc.) ¡Las risas están garantizadas!
Recomendaciones para el juego
Debe controlarse el tiempo y la extensión que cada niño dedica a escribir. Esto se puede hacer con algún reloj que sea visible para todos, o limitando el espacio para escribir (por ejemplo, en cuartillas de folio). Si un participante se queda en blanco, se le puede dar la opción de "pasar" y participar más adelante en la ronda, pero debería animarse a la invención espontánea, por muy alocada que sea.
LIBROS A LA CARTA
Objetivos
Hacer más entretenida y agradable la experiencia lectora. Animar a leer libros nuevos. Mejorar la capacidad verbal.
Antes de empezar a jugar
Colocaremos las mesas y las sillas del aula como si fueran un restaurante. El profesor o educador debería preparar en cartulinas un carta con los libros que hay en el menú (con primer plato, segundo plato, postre...)
Desarrollo del juego
Este juego sirve para "adornar" algún momento que se dedique a la lectura, y lo ideal es que se haga con niños más pequeños cuyas lecturas sean cuentos cortitos. Para ello, haremos pasar por turnos a los niños simulando que estamos en un restaurante, invitándolos a sentarse en la mesa donde "van a comer", y luego, por turnos, ir ofreciéndoles el menú. Hay que darles tiempo para que decidan qué cuento o cuentos quieren probar, y siempre haciendo como que se está en un restaurante, con frases como:
- Le recomiendo "La princesa y el guisante"... es muy bueno comer verdura.
- Lo siento, ese se nos ha acabado ¿puedo sugerirle "La ratita presumida"?
Etc.
Luego se les deja un rato libre para que se lean los cuentos. Cuando el educador vea que alguno ha terminado, se le pregunta - como si uno fuera un camarero - si le ha gustado y si quiere alguno más de postre. Cuando todos hayan terminado se les puede animar a que, entre sí, comenten qué les ha parecido lo que han "comido" o qué recomendarían a otros y por qué.
Recomendaciones para el juego
Por motivos obvios, esta dinámica debería hacerse con cuentos breves, que no les lleve demasiado tiempo leer. Si se organiza en una biblioteca, también se puede cambiar el escenario a un "buffet libre".
CUENTO CON PRUEBAS
Objetivos
Animar a la lectura, despertar la imaginación, mejorar la atención, la capacidad de interpretación y la actividad psicomotriz.
Antes de empezar el juego
El educador debe haber elegido (o escrito) una historia apropiada para la dinámica, es decir, una que ofrezca oportunidades de escenificación. Si los niños son muy pequeños, en la historia se pueden poner pequeñas marcas que indiquen los momentos de pruebas.
Desarrollo del juego
Uno de los niños comienza leyendo el cuento, y los demás deben escuchar atentamente. Cuando llegue a una parte apropiada (o la que elija él) debe decir "¡Prueba!" y señalar a uno de los compañeros, que debe escenificar lo que estuviera haciendo el protagonista de la historia en ese momento (soplar para derribar la casa de palitos, bailar como un hada, aullar como un lobo, etc.). Luego continúa la lectura este segundo niño.
Recomendaciones para el juego
Debe evitarse que la acción se concentre en unos pocos participantes, o los demás se aburrirán y perderán el interés. Tampoco debería ocurrir que los que ya hayan participado se "desconecten". Una posibilidad es que sea el educador quien elija los niños que hacen las pruebas, y que sea posible que todos los participantes tengan la posibilidad de actuar al menos una vez (¡puede haber repes!).
ENTREVISTA AL PROTAGONISTA
Objetivos
Incitar curiosidad por la lectura, estimular la imaginación y la capacidad de interpretación.
Antes de empezar a jugar
Para este juego estaría bien que los niños dispusieran de materiales para poder hacerse algunos disfraces, aunque no sean demasiado elaborados (¡la imaginación pone el resto!). Telas, cartulina, retales, gomas, bolsas de plástico de colores, pegamento o juguetes pueden valer. Por ejemplo, un niño podría disfrazarse de David el Gnomo haciéndose un cucurucho de cartulina roja y una barba con cartulina blanca o algodón. Como alternativa, se les puede dar todo un día para pensar y hacerse el disfraz.
Desarrollo del juego
Se reparten entre los niños papeles correspondientes a algún personaje de un libro o cuento que hayan leído. Uno o varios de los participantes serán reporteros, y tendrán que fabricarse un micrófono (por ejemplo, con un tubo de cartón de papel higiénico, una pelota pequeña pintada y una cuerda que haga de cable). Luego se representarán las distintas entrevistas, en las que el reportero o reportera puede hacer al personaje cualquier pregunta y éste responderá como si fuese el que aparece en el libro. No tienen por qué ser preguntas relacionadas con la historia; al lobo del cuento de los siete cabritillos se le puede preguntar, por ejemplo "¿Qué hizo usted cuando terminó la historia?" y el lobo puede responder "Fui a denunciar lo que me habían hecho... Los lobos somos una especie protegida ¿sabe? No hay derecho".
Recomendaciones para el juego
Si el número de participantes es muy grande, o pide más actividad, se puede cambiar la entrevista por una "rueda de prensa", en la que cada personaje de cuento se pone en un "estrado" con micrófonos y varios periodistas hacen las preguntas.
Leer un montón
alimenta nuestra imaginación
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