Ver, tocar, oler, oír, sentir... con Educación Ambiental

En el mundo de prisas en el cual vivimos, merece la pena detenerse un poquito a disfrutar de las bondades de la Naturaleza. Una herramienta fundamental para acercarse mejor a ella es la Educación Ambiental. Nosotros, Almu y yo, hemos llevado al campo a todo tipo de gente, involucrada o no con la preservación del medio ambiente. En varias ocasiones el grupo que nos ha tocado guiar por el campo tenía capacidades diferentes. Es entonces, cuando la Educación Especial cobra protagonismo, que los momentos vividos son inolvidables. Porque cuando la Educación Especial va de la mano de la Educación ambiental surge una simbiosis única.

Dani en El Pardo con un grupo con diferentes capacidades

Ver, tocar, oler, oír, sentir... con Educación Ambiental con estos chavales se hace más que necesario. Y es increíble verlos cómo entran al trapo en cualquier dinámica que se les plantee. Hubo una ocasión en que llevamos un grupo de invidentes que querían hacer todo lo que les decíamos los Educadores: que si huele la botonera (con cierta sorpresa tras descubrir su mal olor), que si escucha el sonido del carbonero y oirás su "pichu-pichu", que si ven y toca la corteza de esta encina y verás cómo raspa... pasaron/pasamos un rato excelente y sin caer en eufemismos para evitar ciertas palabras como mira, ve, observa... que a priori puede pensar uno que no les iban a gustar. Una experiencia que guardamos como un tesoro en nuestros corazones.

De sobra son conocidas las terapias con animales y niños/as con algún tipo de trastorno como puede ser el autismo. Cuando algunos peques interactúan con un animal que desprende cariño altruistamente y a raudales, los niños/as notan enseguida ese afecto y experimentan una increíble mejoría. 

Si la Educación Especial abraza a la Educación Ambiental tiene mucho que ganar. Es una educación muy intuitiva que aporta multitud de beneficios en quien la recibe. Juegos en plena Naturaleza, rutas guiadas explicándoles lo que va apareciendo a nuestros pasos, dinámicas y talleres, enriquecen la forma de enseñanza en esta manera de educar. Favorece el desarrollo psicomotriz de los chavales y se sienten más conectados con su entorno. Además, aprenden un montón de curiosidades sobre la fauna y la flora del lugar. 

Y tú que estás leyendo esto, no dudes en ver, tocar, oler, oír, sentir... con Educación Ambiental. Acércate a la Naturaleza y, sean cuales sean tus capacidades o tu condición, te llenarás de un sinfín de vivencias positivas para afrontar tu día a día.