Es de saber popular que existe el instinto maternal, ese impulso innato que lleva a las madres a cuidar a sus descendientes, realizar enormes sacrificios y protegerlos de todo lo posible. Pero hoy, en el día del padre, nos preguntamos ¿existe también el instinto paternal? Al fin y al cabo, con el sexo masculino se asocia la hormona testosterona, que a su vez parece sinónimo de comportamientos de fuerza, estoicismo y "hacerse el duro" en general.
Pues bien, además de no funcionar exactamente así, y de que ambos sexos poseen tanto hormonas "masculinas" como "femeninas" (solo que en distintas proporciones) resulta que sí que existe de forma natural el instinto paternal, y que la testosterona tiene que ver en ello: impulsa a los animales que la tienen a cuidar de su prole.
Es cierto que entre los animales el cuidado por parte de los padres está menos extendido que el materno, pero no es inexistente, ni mucho menos. Y no solo en mamíferos. En anfibios podemos encontrar ejemplos como el sapo partero, que carga con la puesta para tenerla siempre bajo su cuidado, o la rana toro ¡cuyo macho guarda los huevos en la boca!
Clásico también es el ejemplo del caballito de mar, cuyo macho guarda los huevos en un pliegue corporal hasta que llega el momento de la eclosión. No es como si él también pasara por un "embarazo", pero casi...
Entre las aves, tanto los machos como las hembras colaboran a menudo en la confección del nido y la crianza de los polluelos. Pero también hay casos particulares, como la jacaná, cuyos machos son auténticos "padres solteros", ya que la hembra se desentiende de huevos y crías, y es el padre el que tiene que hacerse cargo de todo ¡Qué cosas!
Mención aparte merecen los pingüinos emperador. Estos animales, que también forman parejas estables para toda la vida, traen al mundo a sus crías en lo más inhóspito de los desiertos antárticos. Macho y hembra se desviven en el cuidado de los huevos y los pingüinitos, protegiéndolos del frío con sus propios cuerpos y ofreciéndoles hasta la última reserva alimenticia de su metabolismo. Os recomendamos sinceramente que veáis al respecto la película de "El viaje del emperador". No os va a dejar fríos, precisamente.
Y cómo no hablar de los lobos, en los que hay tanta entrega por parte del macho como de la hembra. Monógamos hasta los huesos, permanecen fieles el uno al otro y después del parto, el macho alimenta a su pareja y a sus lobeznos, a los que luego enseña a rastrear y cazar.
Así que ya veis. En la Naturaleza hay mucho instinto paternal, así que solo nos queda decir ¡Feliz día del padre para todos ellos!
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