Autótrofos y heterótrofos
Si habéis hablado en el cole o en el instituto sobre la función de nutrición, seguramente os han hablado de estas dos palabrejas. Normalmente se dice que los autótrofos "pueden sintetizar sus propios alimentos" mientras que los heterótros "deben consumirla del medio". Aunque esto no es incorrecto, hace que pensemos solo en términos de plantas autótrofas y animales heterótrofos, cuando la realidad es un poquitín más diversa.
Para empezar, pensemos en los hongos. ¿Qué son? Tienen pinta de plantas, pero en realidad aunque no "coman", sí cogen materia orgánica del medio, descomponiéndola o tomándola de otros organismos, por lo que son heterótrofos. Es decir, no hay que pensar en los heterótrofos en plan "león se come a cebra", sino "organismo que coge materia orgánica para alimentarse".
Además, hay varios tipos de autótrofos y heterótrofos. De estos últimos, nosotros cogemos materia orgánica y luego la "procesamos" usando reacciones químicas ¡Pero es que hay bacterias que para hacer eso mismo usan la luz del Sol! Por otro lado, hay bacterias que hacen una fotosíntesis rara ¡porque no usan luz! En lugar de eso, toman la energía oxidando metales como el hierro o el azufre (hay gustos para todo).
Así que, a pesar de que la mayoría de los organismos, aquellos que vemos más a menudo, entran dentro de los autótrofos y los heterótrofos típicos, tenemos que ser conscientes de que a la Naturaleza le encanta la variedad, y hay más posibilidades de las que nos imaginábamos al principio ¡No digáis que no es increíble!
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