Querido Pascal: el otro día, en clase de Geología, estaba yo un poco abstraído pensando en mis cosas, y en un momento que bajé a tierra me encontré que el profe estaba hablando no se qué de buzos, y dibujando líneas y números en la pizarra. Aclárame la duda: ¿mi profe se ha vuelto por fin tarumba? Atentamente: Andrés Pistado.
Querido Andrés, lo que seguramente le estabas oyendo a tu profe de Geología cuando "aterrizaste" era una explicación sobre buzamientos, y lo que había en la pizarra serían ángulos. No te extrañe: como suelo decir, las Matemáticas llegan a todas partes con sus numéricos tentáculos. Pero vamos a empezar por el principio...
Este señor de insigne peluca es Nicolás Steno, uno de los padres de la Geología. Entre otras aportaciones, estableció los tres principios básicos de estratigrafía: el de superposición, el de continuidad y - el que nos interesa ahora - el de horizontalidad. Lo que dice este es que todos los depósitos de materiales que se forman y posteriormente se convierten en rocas son por defecto horizontales. Y si no lo son, es porque algo los ha empujado, doblado, roto o estrujado.
Y es que, como ves en la foto, las rocas también pueden inclinarse ¡e incluso doblarse! Puede parecer raro, pero cuando actúan fuerzas tan fuertes y calores tan calientes, todo es posible, amigo Andrés. Y te aseguro que la Tierra es capaz de esas proezas. Pero vamos a lo que íbamos. Cuando un estrato queda inclinado, forma un ángulo con la horizontal. Ese ángulo es lo que los geólogos llaman buzamiento. También se habla de buzamiento cuando se calcula la inclinación de fallas, ejes de pliegues y cualquier otra superficie de interés. Como ves, es algo sencillo e importante, así que no te distraigas tanto en clase.
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