Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.
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lunes, 17 de febrero de 2020

Plantas con mucha marcha

Tendemos a pensar que las plantas son algo bastante inmóvil. Crecen, quietas, siempre en el mismo sitio, como el decorado de una obra de teatro. Como mucho, si nos fijamos en alguna después de cierto tiempo, nos damos cuenta de que ha crecido o tiene hojas nuevas, o le han salido flores... Pero en el fondo siempre tenemos en la cabeza esa idea de "inmovilidad".

Nada más lejos de la verdad. Lo único que pasa es que las plantas se mueven a otro ritmo. Su ritmo. Como podéis ver en los vídeos de más abajo, cuando las grabamos y pasamos el resultado a cámara rápida (¡sobre todo en el de los brotes de viña!) el resultado es sorprendente. Si las viésemos habitualmente así, seguro que no pensábamos que permanecen quietas ¡Es muy probable que no quisiéramos acercarnos a algunas por si nos agarraban! Lo que pasa es que ellas se mueven mucho más despacio que nosotros, a cámara muy lenta (o nosotros a cámara muy rápida, es cuestión de perspectiva).











Estos movimientos que aparecen en los vídeos son tropismos, ya que son lentos y siempre siguen un estímulo constante. En el primero, hablamos de un geotropismo positivo: la raíz se desarrolla a favor de la gravedad. En el segundo, se trata de tigmotropismo positivo, ya que la planta cambia su patrón de crecimiento en cuanto toca algo que le sirve de guía para trepar. Existen movimientos más rápidos que responden a estímulos puntuales, como sucede con la mimosa (Mimosa pudica), a la que ya dedicamos una entrada.

¡Menuda marcha hay en el reino vegetal! Solo hay que saber entender su ritmo...




jueves, 19 de mayo de 2016

Prueba nuestros experimentos: Las raíces buscan la tierra

Material necesario:

* Dos judías blancas
* Cartón grueso (un cuadrado de 25 cm.)
* Un cuadrado de cristal del mismo tamaño que el cartón
* Cinta adhesiva
* Un paquete pequeño de algodón
* Un cuentagotas



Ante un árbol o una planta nunca nos extrañamos de que las raíces se hundan en el suelo y las hojas crezcan en el aire. Esto se debe a una ley natural, ya que siempre las raíces buscan su alimento en la tierra, y las hojas, el oxígeno y el sol.

Un experimento muy sencillo te permitirá observar la atracción hacia abajo que sienten las raíces, fenómeno que se llama geotropismo.

Pon encima del cartón una capa de algodón, y sobre ella dos semillas de judía en germinación (para ello, las habrás tenido sumergidas en agua dos o tres días). Humedece el algodón con un cuentagotas y coloca encima el cristal para poder ver qué pasa con las raíces de las semillas.

Sujeta el cartón y el cristal con cinta adhesiva. Deja el experimento junto a una ventana, en posición vertical, con el cristal cara a la luz, pero sin que le dé el sol. Cuida que el algodón se mantenga húmedo.

Cuando veas que la raíz tiene unos dos centímetros de longitud, dale un cuarto de vuelta al experimento. Espera a que la raíz de las semillas crezca un poco más y dale una vuelta completa. Las semillas quedarán invertidas respecto a su posición inicial. Entonces podrás ver cómo la raíz se curva poco a poco hacia abajo, hasta alcanzar su dirección normal de crecimiento.