Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.
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jueves, 29 de abril de 2021

Etnobotánica de la A a la Z

Seguimos con nuestro diccionario de plantas con usos curiosos - o peligrosos - y en esta ocasión le toca a la letra M, una letra con especies misteriosas, medicinales e incluso mágicas. Prestad atención y tomad nota, que el reino vegetal está siempre lleno de curiosidades...


Madroño (Arbutus unedo): arbusto o arbolito de inconfundibles frutos rojos, comestibles (aunque no conviene abusar de ellos). Es astringente y antiséptico, sobre todo para el tracto urinario. ¡No conviene tomarlo durante el embarazo o si se tienen problemas renales, eso sí!

Maíz (Zea mais): ¿cómo no mencionar esta conocidísima y nutritiva planta? Además de su valor alimenticio, se utilizó tradicionalmente para dolencias de la piel, remedio urinario y cálculos renales. El maíz tiene una enorme tradición histórica y mitológica entre los pueblos precolombinos.

Majuelo (Crataegus monogyna): esta rosácea arbustiva produce unos frutos pequeños y rojos, y es útil para regular la tensión sanguínea, aliviar cálculos renales e incluso parece servir para mejorar problemas de memoria.

Mandrágora (Mandragora officinarum): planta tremendamente mágica donde las haya... El (vago) parecido que su raíz tiene con una figura humana la convirtió desde el principio en una especie muy aprecidada por alquimistas, curanderos y envenenadores ¡La mandrágora es MUY tóxica! Y si hiciéramos caso a las leyendas, también muy peligrosa: se decía que al arrancarla emitía un chillido capaz de enloquecer a los hombres.

Manzanilla (Chamaemelon nobile): planta muy socorrida para usar en infusión casera por sus propiedades digestivas, y en menor medida, reguladoras de la tensión.

Mejorana (Origanum mejorana): planta muy apreciada como condimento en cocina, aunque también tiene algunas propiedades antiespasmódicas, alivio de flatulencia y problemas respiratorios, aunque no hay que tomarla durante el embarazo.

Melisa (Melissa officinalis): otra planta muy apreciada en infusión. Se decía que tomarla otorgaba longevidad; sea o no cierto, la melisa tiene efectos relajantes y es buena para la fiebre.

Menta (Mentha x piperita): ¿Y qué decir de la celebérrima menta? Esta socorrida planta alivia problemas digestivos y gases, y aplicada sobre la piel alivia dolores localizados.

Mirra (Commiphora myrrha): ¡sí, la que el rey Baltasar trajo al niño Jesús! Se trata de una planta cuya resina alivia llagas y úlceras bucales. Vaya usted a saber por qué iba a necesitarla el pobre crío...

Muérdago (Viscum album): planta parásita con gran tradición mágica en las mitologías celta y vikinga ¡Pero no conviene usarla porque es venenosa!




lunes, 17 de febrero de 2020

Plantas con mucha marcha

Tendemos a pensar que las plantas son algo bastante inmóvil. Crecen, quietas, siempre en el mismo sitio, como el decorado de una obra de teatro. Como mucho, si nos fijamos en alguna después de cierto tiempo, nos damos cuenta de que ha crecido o tiene hojas nuevas, o le han salido flores... Pero en el fondo siempre tenemos en la cabeza esa idea de "inmovilidad".

Nada más lejos de la verdad. Lo único que pasa es que las plantas se mueven a otro ritmo. Su ritmo. Como podéis ver en los vídeos de más abajo, cuando las grabamos y pasamos el resultado a cámara rápida (¡sobre todo en el de los brotes de viña!) el resultado es sorprendente. Si las viésemos habitualmente así, seguro que no pensábamos que permanecen quietas ¡Es muy probable que no quisiéramos acercarnos a algunas por si nos agarraban! Lo que pasa es que ellas se mueven mucho más despacio que nosotros, a cámara muy lenta (o nosotros a cámara muy rápida, es cuestión de perspectiva).











Estos movimientos que aparecen en los vídeos son tropismos, ya que son lentos y siempre siguen un estímulo constante. En el primero, hablamos de un geotropismo positivo: la raíz se desarrolla a favor de la gravedad. En el segundo, se trata de tigmotropismo positivo, ya que la planta cambia su patrón de crecimiento en cuanto toca algo que le sirve de guía para trepar. Existen movimientos más rápidos que responden a estímulos puntuales, como sucede con la mimosa (Mimosa pudica), a la que ya dedicamos una entrada.

¡Menuda marcha hay en el reino vegetal! Solo hay que saber entender su ritmo...




martes, 17 de febrero de 2015

Cuadernos de botánica: el ombligo de Venus

El ombligo de Venus (Umbilicus rupestris) es una planta vivaz de hojas carnosas, redondas y con el borde con dientes poco pronunciados, con un hoyo casi en el centro de la hoja, que se asemeja a un ombligo. Del centro de la planta nace una espiga floral que puede alcanzar los cincuenta centímetros. Florece en abril y mayo. Suele aparecer frecuentemente en muros, fisuras de peñas y rocas, paredes y siempre en lugares sombríos y húmedos.






El ombligo de Venus posee varias aplicaciones en medicina. Tiene propiedades cicatrizantes y también sirve para los callos y durezas de los pies. Además es empleada para combatir la retención de líquidos y para el dolor de oído.
 
 
 
  Curiosidades    
 
Los romanos la utilizaban en hechizos para conseguir el amor de otras personas, de ahí que esta planta esté vinculada a la diosa Venus.
 
Hipócrates recomendaba la ingestión de las hojas para tener hijos varones.