Hoy a las 20:30 ha dado comienzo la "Hora del planeta", en la que medio mundo ha apagado sus monumentos más emblemáticos como símbolo de la colaboración frente al problema del cambio climático.
Aunque hoy en día cada vez quedan menos personas que nieguen que los patrones climáticos de nuestro planeta están cambiando, y aunque a nosotros nos gusta apoyar estas iniciativas como el que más, nos gustaría llamar la atención sobre dos puntos. Primero, y a pesar de que suene a tópico, no debemos olvidar que no debemos limitar nuestros esfuerzos a una hora, porque esta es una lucha continuada. Es como el que cree que hacer dieta es algo que se practica durante una semana o un mes, cuando las dietas realmente efectivas en realidad deben convertirse en un modo de vida. Y en segundo lugar, es triste, pero este tipo de gestos suele venir de las personas que ya de por sí están concienciadas. Quizás el objetivo de estos actos simbólicos sea hacer ver a los que niegan su importancia que hay mucha gente detrás, y no son cosa solo de "cuatro gatos".
Y por cierto, para aquellos que aún acuden al argumento de "ya ha habido cambios climáticos anteriormente en el planeta", que quede clara una cosa de una vez por todas: es totalmente cierto, y han venido siempre acompañados de grandes extinciones. En realidad, estas cosas, en el fondo, no las hacemos por el planeta. La Tierra, como ha demostrado a lo largo de su historia, ha sobrevivido y se ha recuperado de catástrofes que difícilmente podemos imaginar. No, estas cosas las hacemos por nosotros, que queremos seguir disfrutando de nuestra estancia en el maravilloso Planeta Azul que nos ha tocado en suerte.
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