Un brindis por la Educación Ambiental

Seguimos muy, pero que muy convencidos de que la solución a muchos  problemas medioambientales parte de una buena Educación Ambiental. Es el pilar sobre el que se asientan las demás bases del conservacionismo y el ecologismo, porque una sociedad concienciada y convencida de la necesidad tan imperiosa de preservar lo que nos rodea, luchará sin dudarlo para que no se extinga. Por eso y por mucho más, hoy queremos brindar por la Educación Ambiental. Porque habla de emociones, de respeto, de entusiasmo, de conocimiento, de muchas cosas que engloban a tantas otras. Porque si bien es importante interpretar y muestrear lo que estamos observando, también lo es poder recibir la sensación de lo valioso que es. Y, como las buenas raíces de un árbol que sustentan el peso del mismo, la Educación Ambiental es el sistema radicular de ese árbol que es el ambientalismo actual. Hemos sido Educadores Ambientales durante muchos años y cada vez que vamos al campo nos acordamos de la impresión de estar allí rodeados de chavales, unos más atentos otros más inquietos. Había días con niños/as más movidos, otros más difíciles, algunos más geniales, otros más distraídos... pero, en todo momento, los recuerdos que nos asaltan son positivos, pues, haciendo balance de todo lo vivido, hemos sembrado mucho y dejado cantidad de huellas bonitas en muchos de estos niños/as. Y, aunque no sean capaces de volver a nombrar todo lo que les enseñamos, sabemos de buena tinta que algo se les habrá quedado y que cuando echen la vista atrás y quizás regresen a esos sitios por donde anduvimos, llegarán instantes de aprecio y por qué no, en algunos casos hasta de mimo, de eso aprendido. Valoremos más a los Educadores Ambientales, hacen una labor encomiable y digna de elogio. Un Educador es como un profesor en plena Naturaleza y todoterreno, porque además de dar "clase" de Ciencias Naturales, también puede hablar de Lengua, de Matemáticas... y aparte de esto inculcar a través de la empatía y la sensibilidad todo el cariño que lleva dentro por nuestro entorno. No se limita a decir y relatar todo lo que ve o escucha, también es capaz de llevar al ámbito de la interiorización su discurso. Es un buen transmisor de valores y así lo hace notar en su público a través de la reflexión. Y, no solo con chavales, también con adultos y personas de la tercera edad es capaz de invitar a conocer la Naturaleza en todo su esplendor. Desde nuestro blog de Un Ambientalista queremos hacer este modesto homenaje a todos esos Educadores que tanto aportan... hacen falta muchas mentes abiertas a la conservación de nuestro entorno y gracias a una profesión tan bonita como la de Educar (que engloba muchísimo más que enseñar) van emergiendo muchas inquietudes que antes no existían. Así que, Compañeros/as, va por todos vosotros/as, ¡¡brindemos juntos!!