El arte y la Naturaleza pueden darse la mano en los sitios más insospechados. Solo hay que tener los ojos muy abiertos. ¿Quién iba a decir que en pleno centro de Madrid, en uno de esos rincones de cemento y gris, íbamos a encontrar una explosión de color y belleza como la que se ve en este precioso graffiti?
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