Una pimienta muy cobarde
Hoy os traemos un experimento ideal para los más pequeños de la casa, por su sencillez y lo vistoso del resultado. Además, como no tiene ningún componente peligroso, se les puede dejar participar más en la elaboración (siempre bajo la supervisión de un adulto responsable, claro).
Necesitaremos
Un plato hondo
Agua
Pimienta
Un poco de jabón líquido.
Cómo se prepara
Llenamos el plato hondo de agua, de tal forma que quede una superficie extensa y con un poco de fondo. Tampoco hace falta que esté casi a rebosar, para evitar que se derrame. Luego espolvoreamos la pimienta sobre su superficie, de tal forma que quede bien repartida y más o menos homogénea.
Ahora viene la parte divertida. Decimos a nuestro joven científico o científica que se ponga una gotita de jabón líquido en el dedo, y luego toque con éste la superficie del agua ¡La pimienta huye hacia los bordes del plato! ¿Qué es lo que pasa? ¿Es que le da miedo el jabón?
Por qué sucede esto
La pimienta (como cualquier otra cosa que se quede flotando en la superficie) no se hunde no solo porque sea más ligera que el agua, sino porque no consigue romper la película que forman las moléculas de agua, lo que también es llamado tensión superficial. Cuando añadimos jabón, alteramos esta primera capa de moléculas con una sustancia que no puede disolverse en el agua, y que por ello parece huir (arrastrando de paso a lo que esté flotando en ella).
Para probar más
Si nuestros peques científicos se han quedado con ganas de más, se pueden probar las siguientes cosas:
- ¿Y si en vez de pimienta echamos otras cosas que floten? ¿También se alejarán del dedo?
- ¿Y si antes de echar la pimienta añadimos un chorrito de aceite?
- ¿Y si toco con dos dedos untados en jabón en puntos distintos del plato?
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