En la lejana isla de Man, cuya mitología es más extensa que su propio tamaño, habita un duende conocido como Fenoderee. No es muy listo (dicen que a veces se confunde y guarda las liebres en el corral junto con las ovejas) y tampoco muy agraciado (al parecer, como castigo por andar cortejando a una muchacha en lugar de asistir a las fiestas de otoño de las hadas). En cambio, es muy fuerte y trabajador, y si hay algo en lo que destaque, es en las labores de siega, en las que muestra una destreza y una escrupulosidad increíbles. Y así, echará una mano con la recogida de la cosecha en aquellas granjas que lo reciban bien y se muestren industriosos. Pero ¡ojo! al igual que los brownies, el Fenoderee viste con andrajos, y se ofenderá mucho si se le ofrecen ropas nuevas como pago.
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