Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.
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miércoles, 20 de octubre de 2021

Regreso a Irati

La Selva de Irati es un lugar idílico donde los haya (nunca mejor dicho, jejeje). Y sobre todo es aconsejable visitarla en esta época, puesto que es en otoño cuando nos muestra toda la viveza de sus colores y en especial de sus hayedos. Nosotros pudimos ir por allí hace unos días y la verdad que no nos defraudó, aunque todavía no estaba plenamente cuajada de ese colorido entre ocres, amarillos, naranjas, marrones... 

Hicimos varias rutas por la zona, una de ellas discurría por las inmediaciones de una pequeña cascada llamada cascada de Arrako en el valle de Belagua. Nos hizo muy buen tiempo; la cascada no llevaba mucha agua, pero nos pareció muy bonita y estaba en un enclave bastante recogido y particularmente lleno de encanto.

Ya es tiempo de setas y hongos y pudimos observar unos cuantos, a la vez que vimos agallas de las hayas y otras tantas cosas que nos tuvieron entretenidos durante un buen rato. 

Después de completar la ruta que llevaba a la cascada de Arrako, pusimos rumbo a ver la cueva de Azanzorea. Se trata de un abrigo natural que no estaba muy lejos y al que llegamos tras recorrer una corta ruta bastante fácil y transitable.

Como Irati y sus lugares dan para mucho, os emplazamos a próximas entradas en las que os contaremos más cosas sobre nuestro periplo por allí. ¡No os lo perdáis, que ya sabéis que pasamos lista! Y... ahora unas poquitas de fotos:



















































martes, 8 de noviembre de 2016

Otoño en La Selva de Irati y mucho más - IV -

Vamos llegando al final del relato de nuestra salida... el cuarto y último día estaba reservado a visitar Las Bardenas Reales y emprender el viaje de vuelta. Teniendo en cuenta el buen tiempo que nos acompañó durante todo el puente pensábamos que habría jaleo de coches en la carretera y no queríamos encontrarnos con atascos kilométricos. Así que volvimos a madrugar bastante, pero esta vez, en lugar de recibirnos un sol radiante, la niebla se convirtió en la protagonista. Bajamos el equipaje de nuestro alojamiento en Bizkarreta y tras un tiempo de conducir llegamos a Las Bardenas. Allí también hay un centro de interpretación muy bien acondicionado que facilita información. Nos dijeron que para una una visita exprés (como íbamos a hacer nosotros) lo más recomendable era ir en coche y ver los puntos más emblemáticos. Y eso hicimos. Nos quedamos fascinados con lo espectacular que era el paisaje, no en vano, muchos anuncios televisivos han sido rodados en este lugar. Es la delicia de todo buen geólogo... terrenos de una gran extensión de una belleza árida inconmensurable... como no iba a ser menos, nos tomamos nuestro tiempo para hacer fotos...

En vez de tardar una hora tardamos el doble en hacer todo el trayecto. La velocidad está limitada a unos treinta kilómetros/hora y con las constantes paradas que fuimos realizando se nos fue el tiempo...

Tras todo lo vivido y sentido por tierras navarras volver a la rutina se hace un poco cuesta arriba... pero, como dicen por ahí, que nos quiten lo bailáo, que eso se queda bien guardadito en nuestra memoria y en nuestra retina.

Nos queda relatar la lista de especies vistas y oídas. En un intento de esforzarnos en recordar os ofrecemos un pequeño esbozo: petirrojos, trigueros, jilgueros, grullas, alondras, carboneros, gorriones, urracas, arrendajos, gavilanes, milanos, ratoneros, palomas, tórtolas, mitos, pico picapinos, buitres, estorninos, chovas, cuervos, hayas, escaramujos, majuelos... y un largo etcétera... si prestamos atención a todo no nos moveríamos del sitio en un buen tiempo, pues la riqueza del lugar invita a observar su biodiversidad por todas partes.  

Y también añadimos más imágenes para que veáis un pedacito de estos rincones mágicos. Están mezcladas, no llevan un orden cronológico... son fotos de todas las jornadas. Si queréis verlas en grande, ya sabéis, con pulsar sobre ellas es suficiente. 


















































































































































































































































































































































domingo, 6 de noviembre de 2016

Otoño en La Selva de Irati y mucho más - III -

Los dos días siguientes de nuestro viaje por tierras navarras los dedicamos a ver en profundidad La Selva de Irati, como os comentamos en la anterior entrada. Con la escasez de horas de luz, no podíamos perder mucho tiempo, así que tocaba madrugar para poder aprovechar al máximo. El contraste térmico del frío matutino al calor (sí, esta es la palabra, calor a estas alturas del año...) que hacía a mediodía invitaba a ponerse varias capas de abrigo, pero no muchas... también el sol fue el protagonista durante casi todo nuestro viaje, salvo la última jornada, ya de camino de vuelta con una parada que hicimos para ver Las Bardenas Reales, bajo la niebla, eso sí. 

Así que después de un buen desayuno en nuestro alojamiento en Bizkarreta pusimos rumbo hacia Orbaizeta, uno de los dos puntos desde los cuales se puede acceder a La Selva de Irati. Cuando llegamos ya había bastante gente por los alrededores, pero la cantidad de personas fue ingente luego terminada la ruta y ya más entrado el día. Elegimos un sendero cortito, pues teníamos la idea de hacer paradas constantes para tomar fotos. Y si normalmente se tarda unas dos horas en terminar el recorrido, nosotros le echamos casi el doble. Es imposible no detenerse a admirar la majestuosidad del paisaje evocadoramente bello y repleto de contrastes, a cada momento surge una bonita ocasión para sacar la cámara... pero, por mucho que la foto capte toda esa belleza, no es para nada comparable a estar allí viviéndolo, sintiendo la magia de Irati... es un lugar excepcional para hermanarse con el bosque, sus habitantes y sus leyendas. Tras comer en La Selva de Irati, nos decidimos a darle a nuestra visita un toque histórico y nos fuimos a Francia a conocer Saint Jean de Pied de Port, un pueblo medieval lleno de encanto y rincones especialmente bonitos. Conseguimos aparcar con mucha suerte, porque, una vez más eso estaba a reventar de turistas y, tras un largo paseo por sus callejuelas y hacer más fotos, volvimos para Bizkarreta.

El día siguiente, tercero de los cuatro que anduvimos por la zona, también tocaba empaparse de otoño en La Selva de Irati, pero esta vez desde el otro punto de acceso, Ochagavía. No solamente es espectacular el paraje en sí, la carretera hasta llegar es igualmente rica en colores y está llena de estampas. Desde Bizkarreta a Ochagavía hay un largo trecho y por carreteras bastante sinuosas, aunque en muy buenas condiciones. Tras recorrer el puerto de montaña de Tapla, pagar la cuota de aparcamiento, calzarnos las botas y abrigarnos solamente un poquito, nos pusimos a hacer la senda del Bosque de Zabaleta. Todas las sendas en Irati están muy bien señalizadas con multitud de marcas por el camino. También el lugar cuenta con puntos de información que facilitan un plano bastante bueno de la zona. Sin lugar a dudas, el sitio está muy bien pensado para acoger a los visitantes. El Bosque de Zabaleta es solamente una de las muchas sendas que parten desde el aparcamiento. Tras unas tres horas, porque íbamos despacito, volvimos al pueblo de Ochagavía y degustamos una ricas raciones para reponer fuerzas, pues luego teníamos la intención de ver La Foz del Lumbier. Llegamos a Lumbier sin problema y se notaba bastante que en este sitio, pese a que también había gente, no era el mismo volumen de personas que en La Selva de Irati. También pagamos por el aparcamiento una cuota razonable, lo cual nos parece bien porque lo recaudado se destina a la conservación y mantenimiento del lugar. Decir que Las Foces son el paraíso de la Geología es decir poco... con unos imponentes cortados calizos que invitan a alzar la mirada y sentirse pequeñitos bajo su embrujo, no desmerece para nada a La Selva de Irati. Si a esto le añadimos la cantidad de buitres que sobrevuelan nuestros pasos, de nuevo la magia nos envuelve a cada momento. Pero no solo pudimos ver y admirar a los buitres, a ras de suelo un simpático petirrojo nos deleitó posando bien coqueto durante varios minutos... tenemos unas cuantas fotos de él que ya os enseñaremos en la siguiente entrada. 

La senda por Lumbier es bastante sencilla, muy transitable y muy rica en todo tipo de matices y detalles naturales... tanto de flora como de fauna y, por supuesto de rocas, se puede disfrutar y aprender. Y mucho más hay que añadir al embrujo de Lumbier: sus dos túneles ponen un toque de misterio y misticismo que, siendo el día de difuntos, no dejaron de aportar la chispa de humor (Almu se prestó a unas cuantas bromas...) y, por qué no, un poco de miedo, envolviendo la escena. Si a eso sumamos que mientras atravesábamos de vuelta uno de los dos túneles cuatro curas entonaban unos cantos gregorianos (en latín, claro, no podía ser de otra manera) bajo una voz melodiosa y una acústica soberbia... el efecto de ambiente lleno de solemnidad fue el mejor broche para cerrar la jornada. Se nos pusieron los pelos como escarpias en ese instante...

En todos los sitios que vamos siempre le dedicamos tiempo a la observación de fauna y flora, y en este caso no iba a ser menos... pero para no alargar mucho más el relato dejamos pendiente para la siguiente entrada  pormenorizar una lista de lo visto/oído en los distintos enclaves. De igual manera, tenemos unas cuantas imágenes que procesar antes de enseñároslas... así que será en breve cuando os mostremos mucho más de lo que dio de sí nuestra salida por Navarra y un poquitín de Francia. Hasta entonces os dejamos ahora con varias fotos, ya sabéis que para verlas en grande basta con pulsar sobre ellas. 

   















































  

jueves, 3 de noviembre de 2016

Otoño en La Selva de Irati y mucho más - II -

Tras madrugar bastante el sábado por la mañana, pusimos rumbo al Reino de Navarra para llenarnos del encanto del otoño y de la buena acogida que por estas tierras ofrecen a los visitantes que aparecemos por allí con ganas de empaparnos de su Naturaleza, su gastronomía y su Patrimonio Histórico. Como siempre que nos vamos lejos de viaje, Almu se encarga de poner el hilo musical para hacer más llevadero el camino, y después de unas cinco horas, llegamos a nuestro destino.

Nuestra intención era conocer a fondo La Selva de Irati, en pleno apogeo de colores otoñales, y otros parajes de las cercanías, como La Foz de Lumbier, Las Bardenas Reales, Roncesvalles y más enclaves. No partimos con la idea de poder ver pico dorsiblanco, treparriscos o pito negro, por citar algunas de las aves que pueblan esta región, aunque si hubieran aparecido, les hubiéramos dedicado el tiempo suficiente como para verlos con detenimiento. La tarde del primer día la destinamos a descansar un poco, había que estirar las piernas, y a ver Roncesvalles, lugar de peregrinaje por excelencia de todo caminante que dirige sus pasos hacia la solemne Santiago de Compostela. Mucha gente por el lugar hacía que caminar con sosiego fuera un poco complicado. El buen tiempo que hizo durante el puente de Todos los Santos invitaba a salir y se notó bastante que por la zona había muchos turistas, entre los que nos incluimos nosotros, claro.

Paramos en un puerto muy bonito para sacar algunas fotos, en Mezkiritz el otoño no desmerece del de La Selva de Irati en ningún caso. Allí estuvimos merendando y tomando bastantes imágenes. Y aunque aún no habíamos cambiado de hora, como se nos echaba encima la noche enseguida, no nos dio tiempo a mucho más. Preparamos la jornada del día siguiente con muchas ganas sobre el mapa para estudiar a fondo el recorrido, pues nos íbamos a La Selva de Irati y pusimos el broche al primer día dando un corto paseo por el pueblo donde nos alojamos (Bizkarreta). A la jornada siguiente nos esperaba toda la magia del otoño en Irati... Y soñando con esta sinfonía de colores os emplazamos a la siguiente entrada para continuar leyendo nuestro relato... Os dejamos con algunas fotos. Para verlas en grande solamente tenéis que pulsar sobre ellas. En próximas entradas pondremos más...