Con el frío, una de las aves que más se dejan ver por donde solemos andar son los petirrojos. Siempre despiertan nuestra curiosidad, pese a que son muchas las veces que hemos podido verlos, cada vez es como si fuera la primera.
Y es que es un pajarín inconfundible, es muy fácil de reconocer a primera vista. Su silueta redonda, como si fuese una simpática bolita parda y rojiza y con unos grandes ojos negros, no pasan inadvertidos.
Es un ave de pequeño tamaño, pero tiene un gran atractivo. Se le suele ver más a partir de septiembre hasta marzo o abril. Utiliza su característico canto para marcar su territorio. Como son bastante territoriales, los machos, con su mancha rojiza del pecho, avisan a otros machos de que esa zona está ocupada.
No se suelen asustar de la presencia cercana de personas, de hecho muchas veces se aproximan hacia donde hay gente para "ver qué andan haciendo".
A los más peques es un pájaro que les gusta mucho, siempre que hemos podido salir con ell@s al campo no faltaban las caritas de asombro cuando lo veían.
Para que los niñ@s conocieran un poquito mejor a nuestro querido y vistoso petirrojo, nos dedicamos a componerle una canción que podéis ver AQUÍ. Si os apetece, también vosotros cuando salgáis por ahí a verlos, no os olvidéis de tararearla ;P
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