Romance del prisionero

Que por mayo era por mayo,
cuando hace la calor,
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
sino yo, triste y cuitado
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
déle Dios mal galardón.
Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario