Hubo un tiempo en que el hombre no era sino otro animal más en el paisaje de la Tierra. Un tiempo en que la supervivencia de una tribu dependía de algo que para nosotros es algo trivial y sin importancia, pero para ellos era poco menos que un dios: el fuego. El fuego calentaba, daba luz y protegía, y cuando la tribu de los oulhamr lo pierde, tres valerosos cazadores nenaderthales deben emprender un viaje crucial para recuperarlo...
Jean-Jacques Annaud, que ya nos trajo la película de "El Oso", nos presenta una obra verdaderamente audaz - no hay en toda la película dos líneas de diálogo, tal como tuvo que suceder en la realidad - con un maquillaje impresionante que le valió un Óscar y unos paisajes admirables. Está basada directamente en el libro "La Guerra del Fuego", de Rosny Aîné, el cual adapta magníficamente y del que recomendamos también su lectura. Ambas historias, sobre el papel o sobre la pantalla, nos recuerdan cómo tuvo que ser la vida de nuestros antepasados, totalmente integrados con su medio, y sobre los que a veces pensamos condescendientemente como "primitivos" y "toscos", pero... ¿quién de nosotros podría sobrevivir en unas condiciones semejantes?
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