La reflexión y la refracción
Reflexión y refracción son dos situaciones que le pueden pasar a la luz (y a otras cosas que existan en forma de ondas, como el sonido). A pesar de que se parecen en el nombre, son dos fenómenos bien distintos, sobre todo porque en uno de ellos las ondas rebotan y en el otro traspasan el medio. Pero vayamos por partes...
En la reflexión, lo que ocurre es que las ondas chocan contra algo y salen despedidas de vuelta con el mismo ángulo con el que llegaron; es decir, si llegaron rectas, vuelven rectas, y si chocaron con 30º de inclinación, rebotan con 30º de inclinación. Es lo que le sucede a la luz frente a un espejo, o al sonido cuando estamos en un lugar con eco.
En la refracción, las ondas pasan de un medio a otro con distintas características, por lo que varía su velocidad y su ángulo. Es como si el segundo medio fuese más o menos "espeso" que el anterior, y por lo tanto, aunque logran avanzar, lo hacen con mayor o menor velocidad. En este caso, para calcular el ángulo con el que las ondas se desvían hace falta una ecuación un poquito más complicada, y que se llama Ley de Snell:
Donde las "enes" representan el índice de refracción del primer y el segundo medio, es decir, cómo de "denso" es cada medio para las ondas. Los senos, por si todavía no os los han explicado en el cole o en el insti, son un tipo de operación que se realiza con ángulos. ¿Y dónde se da la refracción en la Naturaleza? Pues, por ejemplo, cuando miras a ese objeto que hay en el fondo de la piscina y te parece que está más cerca (por cierto, lo mismo le pasa a los martines pescadores que buscan pececitos en el río), cuando una cuchara medio metida en un vaso de agua da la impresión de que está doblada, o cuando el sonido viaja más rápido a través del agua o de los sólidos que a través del aire.
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