Una vez más tenemos que lamentar encontrarnos en la cuneta con un animal atropellado. En este caso un pobre tejón ha sido la víctima. Los animales no entienden lo que es una carretera, por lo tanto, desde aquí, llamamos la atención a poner la máxima precaución al conducir, sobre todo en las primeras y últimas horas del día. La pérdida de hábitat es un gran problema a resolver para evitar accidentes como este con fatales desenlaces.
Ojalá la próxima vez que nos encontremos con un tejón sea
de otra manera totalmente distinta.
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