Genéticamente, solo nos diferenciamos un 2% del chimpancé. Nuestro ADN es prácticamente idéntico, y sin embargo, las cosas son muy distintas para ambas especies. Mientras que los chimpancés se dedican a satisfacer sus necesidades de supervivencia anclados en una cultura de subsistencia integrada con su medio natural, el ser humano se ha convertido en el mamífero dominante del planeta, ha creado la mayor diversidad de culturas, religiones y lenguajes, ha llevado la tecnología y los conocimientos a niveles nunca vistos y ha modificado su medio como ninguna otra especie lo ha hecho jamás. ¿Qué es lo que hay en ese 2% que nos diferencia tanto? ¿Y cuánto hay de parecido entre nosotros y los grandes simios en ese otro noventa y pico por ciento?
El genial Jared Diamond, autor del fabuloso "Armas, gérmenes y acero", nos invita a reflexionar sobre los puntos que nos acercan y nos distancian con nuestros parientes vivos más cercanos, con su incomparable estilo tan ameno como riguroso.
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