Como os adelantamos ayer, hemos estado pasando unos días por tierras escocesas, y ahora nos toca a nosotros llevaros allí, aunque sea con la imaginación. No será lo mismo, pero por lo menos aspiramos a que os pique el gusanillo y alguna ve os planteéis visitar este maravilloso país, porque sin duda no os decepcionará. Nosotros, desde luego, nos hemos quedado con ganas de más, y no descartamos volver en otra ocasión ¡Nos han quedado muchas cosas por ver!
Antes de seguir, y por si os planteáis hacer por vuestra cuenta el viaje a esta tierra de verdor, lochs, ovejas y gentes amabilísimas, os tenemos que recomendar encarecidamente que visitéis la página Más Edimburgo, porque es muy completa, didáctica y práctica, con un montón de consejos y sugerencias de todo tipo. ¡Para nosotros ha sido realmente útil!
El primer día, lamentablemente, llegamos un poco tarde: sobre las seis en el aeropuerto ¡Y es que allí a esas horas la gente ya empieza a cerrar las tiendas! Pero eso no significa que haya que recogerse en casa a ver la tele, ni mucho menos. Nosotros nos dirigimos a nuestro primer alojamiento, y aquí tenemos que hacer un pequeño paréntesis.
Cuando comentamos a los conocidos que en nuestro periplo escocés nos albergaríamos en régimen de Bed & Breakfast (esto es, cama y desayuno) algunos pusieron cara como si pensaran que estaríamos en casuchas de habitaciones "gualtrapas" con un colacao y un bollo por la mañana ¡Ja! Obviamente no podemos responder por todos los B&B de Escocia (que son innumerables), pero en todos los que estuvimos se repetía el mismo patrón: casitas maravillosas, dueños amables, camas muy cómodas y de los desayunos... de los desayunos hablaremos otro día. Como muestra, echad un vistazo a nuestro primer alojamiento en "The Wee White House", donde la casera, Godiv, nos atendió con una cortesía exquisita ofreciéndonos nada más llegar el inevitable té con pastas, perdonó nuestro oxidado inglés y nos dio recomendaciones para aprovechar lo que quedaba de día.
Así que, siguiendo sus consejos, dejamos las maletas y salimos a dar un paseo por las afueras de Edimburgo (la "Old Town" nos quedaba un poco lejos para la hora), disfrutando de la tranquilidad de sus calles y del parque de Meadowfield, y nos acercamos, aunque no llegamos, a la colina llamada "Arthur's Seat", una pequeña cima volcánica desde la cual, según nos han dicho, hay unas magníficas vistas de la ciudad. Lo apuntaremos como pendiente para la siguiente visita.
Después del paseo nos fuimos a descansar. Os dejamos con las fotos de la breve jornada. Mañana nos toca día ajetreado: ¡North Berwick! ¡Bass Rock! ¡Una tarde en Edimburgo! ¡"Puffins" y aves marinas a tutiplén! ¡No os lo podéis perder!
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| A punto de subir al avión |
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| ¡Rumbo a Escocia! |
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| En las afueras de Edimburgo |
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| Un cuervo por el parque de Meadowfield |
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