En nuestro sexto día en Escocia, amanecemos en la isla de Skye, en una casita realmente acogedora y lejos de cualquier parte. Como siempre, para comenzar el día con energía nos sirven un desayuno a base de zumo, té, yogur, salchichas, huevos duros, beicon, tostadas, tomate y fruta. Conversando con la casera, ésta advierte nuestro interés por la Naturaleza y nos recomienda un sitio en el pueblecito de Kyle Rhea, donde hay posibilidad de ver nutrias. No hace falta decir que dejamos la casa directos a Kyle Rhea, aunque por el camino hacemos una parada intermedia para disfrutar de la compañía de algunas highland coos, las lanudas vacas escocesas. Al final no vemos nutrias... ¡pero sí un grupo de focas! Tan panchas, a pocos metros de la orilla, nos miraban con curiosidad mientras sesteaban al sol y nosotros nos hinchábamos a sacarles fotos y disfrutar del espectáculo ¡Qué experiencia más chula!
Y el día no había agotado sus sorpresas. Nada más abandonar la isla de Skye nos detuvimos a contemplar el precioso castillo de Eilan Dolan, el cual, además de tener una belleza especial, cuenta con un valor añadido: sale en la película de "Los Inmortales" como hogar del Clan McLeod ¡Fascinante! Además, para ser un lugar con tanto atractivo turístico, no había demasiada gente, con lo que pudimos disfrutar bastante de la visita.
También pudimos ver (desde lejos) el castillo de Urquart, no tan bien conservado, en nuestra opinión. Eso sí, si buscáis en un mapa dónde se encuentra este castillo, comprobaréis que está en las mismas orillas de... ¡el Loch Ness! Como nuestro siguiente alojamiento estaba en Inverness, pudimos disfrutar a placer de este mítico lugar, visitar el centro de visitantes ¡e incluso ver a Nessie! (en la entrada de una tienda de regalos). Dimos algún paseo por la playa del loch en el pueblo de Dores y luego nos fuimos a nuestro alojamiento en Ardbrae House.
El día siguiente nos saludan desde el jardín al otro lado de la ventana ostreros, conejos, lavanderas, cuervos, aviones, grajillas y mirlos. Un nuevo y copioso desayuno precede nuestra partida hacia Moray's Firth, donde habíamos leído que se podían ver delfines. No tuvimos tanta suerte, ni tampoco cuando dedicamos casi todo el día a viajar hasta Durness para ver más aves marinas. Eso sí, la sensación de chasco quedó atenuada por la belleza de los paisajes y por nuestra visita nocturna a Inverness, una ciudad llena de vida por la noche, y en la que cenamos, pro primera vez, en un restaurante hindú. Y vuelta a descansar a Ardbrae House, que al día siguiente nos tocaban más vivencias. Os dejamos con las fotos de estas dos jornadas ¡Disfrutadlas!
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Nuestro alojamiento en la isla de Skye |
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Las peludas vacas "highland coos" |
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Tan amorosas como cualquier madre... |
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Van bien abrigaditas |
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Saludando a una highland coo |
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Tumbada en el pasto |
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A wee highland calf |
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Otro becerrito lanudo |
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Una tierna escena |
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Tumbada sobre una roca |
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Se lo pasan pipa al sol |
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Sin ningún estrés |
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Fresquitas y a gusto |
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Mirando la costa |
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Tomando el sol en grupo |
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¿Será la cabeza de Nessie? |
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Carita de placer |
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Gordita pero feliz... |
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Durmiendo al sol |
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Lo del fondo es el grupo de focas |
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Nos devuelven la mirada |
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El castillo de Eilan Dolan |
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Un lugar mágico |
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En el corazón de las Highlands |
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Puro romanticismo y leyenda |
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Un potrillo inquieto |
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El castillo de Urquart, junto al Loch Ness |
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La caravana de un caza-Nessies |
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Panorámica del Loch Ness - I - |
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Panorámica del Loch Ness - II - |
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Foto junto a la orilla |
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Panorámica del Loch Ness - III - |
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¡Es Nessie! ¡No es un montaje! |
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¡Así de cerca lo vimos! |
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Nuestro alojamiento en Inverness |
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La catedral de St. Andrew |
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En la playa de Durness |
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Una oveja, la reina de las Highlands |
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Inverness de noche - I - |
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Inverness de noche - II - |
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Inverness de noche - III - |
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Si tienes dudas, pregúntale a la gaviota |
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