Después de nuestra aventura con el coche de ayer, amanecemos en Ulva Villa, nuestro alojamiento en Oban y recibimos el día con un desayuno a base de zumo, té, tostadas, yogur, galletas, huevos revueltos y salmón. Como no disponemos todavía de coche, dedicamos la mañana a visitar ese maravilloso y tranquilo pueblo costero. Disfrutamos de sus calles limpias y acogedoras, de su puerto y de las vistas desde las ruinas de McCaig's Tower.
Después de comer, pasamos una tarde ajetreada intentando ponernos en contacto con la compañía de alquiler de coches. Finalmente, ante la imposibilidad de conseguir un coche del aeropuerto de Edimbrugo, nos ofrecen una solución: desplazarnos hasta Glasgow, donde nos darían un nuevo vehículo, y luego conducir de vuelta hasta Oban. Es un viajecito largo ¡tres horas! Pero esa pequeña incomodidad parece menor ante la amabilidad de nuestra casera (que nos acerca en coche hasta la estación), los paisajes que vemos desde el tren y el alivio de poder reanudar nuestro periplo, aunque regresemos tarde a nuestro alojamiento.
Al día siguiente, ya de nuevo con libertad de movimiento, y después de otro copioso desayuno, nos despedimos de nuestra amable casera y ponemos rumbo a la zona de Glencoe, cuyos verdes y amplios valles son de una belleza singular (en ellos se han rodado muchas películas). Hacemos una pequeña ruta junto a un río salmonero que parte del pueblecito de Kinlochleven, y nos empapamos de su naturaleza. Tras esto, hacemos una parada en el pueblo de Fort William, donde aprovechamos para comer, descubrimos una tienda dedicada únicamente a la Geología (¡nada menos!), y desde allí nos señalan cómo emprender otra pequeña ruta que lleva a la catarata de Steall Waterfall. No nos da tiempo a llegar hasta el final, pero sí hacemos suficiente camino como para ver dos de las cascadas.
Ya solo nos queda llegar hasta nuestro siguiente alojamiento, en la isla de Skye. Nos despistamos un poco, y al final, nuestra nueva casera, tan amable como la reputación de estas gentes, sale a buscarnos para guiarnos en coche hasta allí. mañana podremos conocer un poco más la isla ¡Y llevarnos una gran sorpresa! Pero eso será en la siguiente entrada; mientras tanto, disfrutad de las fotos de estas dos jornadas...
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Mamá cisne con sus polluelos |
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Prodigando amorosos cuidados |
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El pueblo costero de Oban |
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Una vista desde el pueblo |
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En el puerto de Oban |
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Dos araos aliblancos en el puerto |
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En las calles de Oban |
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Una vista de Oban desde McCaig's Tower |
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McCaig's Tower |
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Entre hortensias |
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Otra vista de McCaig's Tower |
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Un suculento plato de fish & chips |
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Un curioso banco de Kinlochleven |
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Junto al río |
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Juntos en Kinlochleven |
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Escultura de madera de un salmón |
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Un río de Kinlochleven |
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¡La calle de Rob Roy! |
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Iglesia en Fort William |
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La calle principal de Fort William |
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Otra iglesia más |
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Edificios llenos de historia y encanto |
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Camino a Steall Waterfall |
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Estampa de las Highlands |
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Una de las innumerables ovejas escocesas |
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La fama de los mosquitos escoceses |
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En el restaurante |
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Interior de la catedral de Fort William - I - |
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Interior de la catedral de Fort William - II - |
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Camino a Steall Waterfall |
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La cascada baja |
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Nuestra habitación en Skye |
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