"¡Hola otra vez, Bosquienanos viajeros! Dos pajaritos me dijeron que habían estado en Escocia, y en seguida me picó el espíritu trotamundos y quise ir allí en persona. ¡Es un lugar precioso! Pero un sitio que me dejó de verdad con la boca abierta fue...
Bass Rock es un islote que se encuentra frente a la costa de North Berwick, a tan solo cincuenta minutejos de Edimburgo. Si uno reserva en la página del Scottish Seabird Centre, puede conseguir una visita en catamarán de una hora a los islotes de Craileigh y Bass Rock. ¡También hay visitas en lanchas y otras que te llevan a otras islas, pero no tuve oportunidad de hacerlas! En cualquier caso, la que os comento es una auténtica pasada: aunque no desembarcas (porque son lugares protegidos) te acercan lo bastante como para hincharte a sacar fotos de alcatraces, araos, cormoranes, gaviotas ¡y frailecillos! ¿Veis en la foto todos esos puntos blancos que cubren la isla? Pues no son nieve, sino cerca de ciento cincuenta mil alcatraces que anidan allí.
Tanto Craileigh como Bass Rock son de origen volcánico, y están ubicadas en el Fiordo de Forth. Bass Rock, en concreto, tiene su historia: en el siglo XV fue un sitio de oración, luego fue prisión, y a principios del siglo XX se construyó el faro que todavía hoy se puede ver (y que funciona, aunque de manera automatizada). David Attenborough la calificó como "una de las maravillas de la fauna del mundo". Por cierto, el nombre de la isla inspiró el nombre científico del alcatraz, Sula bassana ¡Qué cosas!
Así que ya sabéis: si alguna vez vais por Escocia por la zona cerca de Edimburgo, y os gustan las aves, Bass Rock es una visita I-M-P-R-E-S-C-I-N-D-I-B-L-E que os dejará completamente epatados ¡Aseguraos de reservar vuestro billete con tiempo, porque las visitas están contadas!"
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