¡Hola, bosquienanos viajeros! ¿Os apetece venir conmigo para descubrir un sitio distinto a todo lo que hayáis visto? Pues acompañadme nada menos que hasta la misteriosa India para encontraros con una maravilla natural conocida como...
Se trata de un desierto increíble, de treinta mil kilómetros cuadrados, que se reparte entre los territorios de Gujarat (La India) y Sind (Pakistán). ¿Y qué tiene de particular este paraje, tan poco conocido como sorprendente? Pues bien, veréis, el nombre de Rann viene de una palabra en hindi que significa "marisma salobre", y es que como está formado completamente por arcilla, cuando llega la época del monzón y se pone a llover a tope, ¡el desierto se inunda! Esto es así porque la arcilla es impermeable, y de esta manera hace que se formen un montón de lagos separados por parches de vegetación espinosa. Entonces, lo que el resto del año es un desierto bastante antipático, se convierte en poco tiempo en todo un refugio de multitud aves, donde crían, entre otras, flamencos y flamencos enanos. Cuando pasa la época de lluvias, la evaporación hace desaparecer los lagos, convirtiendo todo una vez más en un desierto cuya superficie estará cubierta por costras de sal.
Esta zona formaba parte muy antiguamente del Mar Arábigo, pero procesos geológicos la elevaron hasta cortar la conexión con éste. Ah, y otra cosa: ¿sabíais que el gran Alejandro Magno, en su camino a La India, tuvo que atravesar el Rann navegándolo?
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